Veintinueve

Me acerco aceleradamente a los treinta, y aún no sé qué diablos hacer con mi vida.

A veces me dan ganas de escribirle. Incluso soñé con eso.
Debo ser fuerte, o al menos, más fuerte que él.

Como dice ese mantra sectario:
No nos dejes caer en tentación (y líbranos de... la gente efímera y célibe).

Cadáver emocional

A veces los antidepresivos parecen no funcionar, especialmente en estas madrugadas.

¿Cómo es posible que una sola persona deje tanta destrucción en mí?

La hora lacrimógena

Las cosas se complican aún más.
Hay incertidumbre por todos lados.
La inseguridad se me sale por los poros.
(Hubo un momento, hace un par de años, en que esta inseguridad era coquetería pura. Vaya).

Sí, estimado lector. Por desgracia aún no me muero.

Pero todo está igual, y se complica.
Estoy desperdiciando mi vida, mi sangre, mi corazón, mis córneas, mis pulmones, todos mis órganos de donante.
Si estuviera en China, tal vez haría algo extremadamente temerario, como escribir palabras al azar en mis redes sociales: "Masacre de Tiananmen", "4 de junio", "libertad al Tíbet", "Kuomingtang", "Taiwán, país independiente", y al final, "Falun Gong", como para rematar(me).
Así, los agentes del partido me secuestrarían, me ejecutarían y me sacarían los órganos (no necesariamente en ese orden) para dárselos a personas que sí se valoran a sí mismas.

Jajaja, yo y mi humor negro y ácido; mi humor es un limón podrido.


Pero es que todavía tengo tanto amor para dar.
Estas horas malditas de madrugada...

¿Por qué con ella?

Esta entrada es muy patética, pero la publicaré igual.

¿Por qué con ella sí a todo?
¿Por qué con ella sí?
¿Por qué con ella amor y noviazgo?
¿Por qué con ella "te quiero"?
¿Por qué con ella obsesión?
¿Por qué con ella eternidad?
¿Por qué con ella noches compartidas?
¿Por qué con ella fantasías de futuro?

¿Por qué con ella sí?
¿Por qué conmigo no?

Venlafaxina

¿Podemos suspender la venlafaxina, doctor?
Es que las ideas suicidas volvieron, y esta vez es peor que antes.
Cada vez es más insoportable.

No puedo con esta tristeza.
De verdad no puedo.

Ojalá pudiera devolverle en alguna medida el daño que me está haciendo.
¿Estará consciente de eso?
Lo dudo.

Le importo un carajo.

Distante

Te entrego todo de mí, tengo tanto amor para darte.
Y tú sólo me das tu indiferencia y tu frialdad.

No es justo.

Los enamoramientos unidireccionales nunca son justos.

En el amor y en la guerra siempre pierden los más débiles.

Creía que tomando antidepresivos ya no tendría estos ataques de llanto por la madrugada.

En estos momentos me gustaría tener un trocito de galleta de marihuana.