Corrijo:
Mi corazón se volvió carbón de tanto calentarse.
La única persona que se quemó fui yo.
Combustión espontánea humana.
Trituraré mi corazón de carbón y lo activaré con limón, para usarlo como filtro en mis mascarillas.
O mejor (peor), pondré el filtro de mi corazón-carbón activado en una mascarilla y se lo enviaré por correo.
Cuando él respire a través de esa mascarilla, se intoxicará al instante, se desesperará de la calentura, o morirá de tristeza.
O tal vez no le pase nada, igual que siempre.
No sé cómo terminar esta historia.
Sólo quiero que termine, o dejar de sentir.
Estaba tan bien con mi celibato y mi paz mental.
Agh.
No hay comentarios:
Publicar un comentario