viernes, 19 de enero de 2018

Un año y dos meses

Un año y dos meses llorando casi todos los días.
Esto no es vida.

Volví a leer la última entrada de Pablo Ramdohr, el chico que se suicidó hace algunos años con azida de sodio.
Cito: "Hay personas que les cuesta vivir. Yo soy de esas. Lamentablemente y por más que lo he intentado no he podido amarme a mí mismo. Y vivir así es una tortura".

"Me gustas más cuando no me gustas".

Motel Catedral (segunda parte)

Igual me da un poco de cosa decir que me queda menos de un mes de vida.
¿Habrá algo o alguien que me haga cambiar de opinión?
Ojalá nadie lea esto.

Es que el daño que me hizo el poeta es irreparable.

miércoles, 10 de enero de 2018

Desarme

Cuando me llega un mensaje de él, las ganas de suicidarme desaparecen al instante (aunque sea momentáneo).
Y eso me desarma por completo.
Y siento que ya no sé qué hacer con esta vida.

Lo tenía todo tan decidido, y de pronto, no sé, pienso que tengo esperanzas y que debo seguir esperando.

Sólo me pongo a llorar.

El final está cerca

Me ilusionaste.
Tomaste mi corazón y lo destrozaste.
Te importó un carajo hacerme tanto daño.


El final está cerca, lo presiento.
Han sido tantos pensamientos y crisis suicidas en tan poco tiempo.

No puedo con esta tristeza.

sábado, 6 de enero de 2018

Motel Catedral

Si en las próximas semanas, meses, o años decido suicidarme, lo haré en ese lugar.

Como dice la canción de Mauricio Radolés, sólo un polvo me aparta de la muerte.



El poeta me presentó esta canción.
Yo pensé que la entendía, incluso que la sentía.


Qué manera más triste de haber muerto en ese lugar.

lunes, 1 de enero de 2018

Año Nuevo (segunda parte)

No habían pasado ni nueve horas desde el Año Nuevo y yo ya había llorado dos veces.
No es un buen augurio.

Las cábalas no funcionan.
Ninguna cábala funcionará con él.

Año Nuevo

No quiero salud ni dinero. Sólo quiero un poquito de amor.

Tal vez este año se acabe el sufrimiento y la tristeza.
Ojalá sea así.