miércoles, 3 de febrero de 2016

Masoquismo a Otro Nivel

* Tres páginas en menos de veinticuatro horas. Esto es un caso serio, ah.

* No tengo fuerzas para nada.
* Gasté mis últimas energías en alcanzar un masoquismo de otro nivel, en tonos violetas y rosas (¿no habrás querido decir púrpura?).

* Tengo unas ganas tremendas de quemar mi borrador y dormir.

martes, 2 de febrero de 2016

Violeta

* Ni yo puedo creer lo que hice.
* Tengo un serio problema, creo que de autoestima.


* "Eso no se avisa, se hace."
* Empiezo a pensar que lo mío son sólo alertas de un trastorno de personalidad límite. En los últimos meses he estado más borderline que nunca.


* Estoy tan cansada de mí.


♪ Gavi gavi gavi gavilán ga... ♫


* ¿Por qué soy así?
* ¿Por qué tuve que sentir esto?

* Dieciséis horas.

* En estos momentos estoy viendo la película. Minuto cincuenta y dos, la escena de las lamidas salvajes.
* Implica muchísimo más. Es una condena perpetua. Es la prohibición de algo que nunca más voy a encontrar en ninguna parte, y de eso estoy muy convencida.
* Eso, estimadísimo lector, es lo que más me da pena.



* ¿Cómo fue lo que había dicho el innombrable? ¿Que lo había dejado con unos "nervios de acero"?
* Parece que tenía razón al final de todo, ja ja.

Cordillera

* Justo en el momento menos indicado, me pongo a leer las cosas que no debo.
* Es como un punto débil que siempre va a estar ahí.


* En la tarde estuve pensando que podría ir a cumplir las proyecciones, los sueños, las promesas, todo eso sola.
* Lo del sur es un capricho suicida, eso sí.
* Pero no, la idea de todo eso era estar acompañada.
* Si voy sola, tal vez, lo más probable es que haga alguna locura que me deje tetrapléjica.

* Aún guardo el mapa dibujado del primero (de hace cinco años).
* Me di cuenta de que todos los lugares están conectados, como la cordillera.

* Me duele la cordillera.
* Me duele muchísimo.
* Y aún espero...


* Qué ganas de borrar esos planes frustrados de mi cabeza.

* Todo está tan perdido.
* Todo es tan inútil y tan triste. Extremadamente triste.


* ¿Habrá algún punto en que ya no pueda más? ¿Cuál será mi límite?
**(¿Me estoy poniendo a prueba acaso? Toda una masoquista, ah)**
* El ataque de llanto es intermitente, lleva casi once horas, y me está dejando con un dolor de cabeza que aún es soportable.
* Recuerdo haber sentido este mismo dolor de cabeza por llanto incontrolable en dos ocasiones: septiembre de 2013 y noviembre de 2014.



* ¿Le puedo confesar algo, estimado lector? Pero que quede entre nosotros, no se lo diga a nadie:
* Tengo ganas de morir.
**(Sí, otra vez)**


* Mi amigo me dijo que no lo he hecho por nobleza.
* Yo digo que es por cobardía. Y porque en el fondo aún tengo una pequeña esperanza de que ocurra algo, no sé qué.

lunes, 1 de febrero de 2016

Tras la Pantalla

* En el paradero de microbuses, una chica cargando una mochila de viaje se me acerca. A su izquierda, en la mochila de color negro con verde de su espalda, lleva sujeta una toalla de color púrpura enrollada, y a su derecha, una de color damasco.

-Hola, disculpe, ¿qué bus puedo tomar, que me deje cerca del terminal de buses?
-¿Que pase por Alameda?
-Sí.
-La 510 y la 516.
-¿Me dejan en la Universidad de Santiago?
-Sí.
-Gracias.

* Le pude haber dicho que, de otros paraderos, le servían la 511 y la 106.

* Fue como una señal. Sólo me faltaba el fajo de billetes.



* Desde ayer tengo un pequeño dolor en la pierna izquierda. Creo que nunca me había pasado. No es un dolor muscular ni en los huesos.
* Es como si mi pierna me intentara decir que el tal Salvador pasó por ahí. Pero sé que no fue así.
* Si fuera hipocondríaca, diría que de verdad estoy empezando a somatizar.


* Las distracciones teatrales se fueron.
* Pensaré todo el día en esa persona (ja, como si ahora no lo hiciera).
* No entiendo nada. No entiendo nada. No entiendo nada.
* Cuando estoy frente a la computadora (casi todo el tiempo) lo busco, lo espero. Sé que me está evitando. No entiendo nada. Me exprimo el cerebro tratando de comprender lo que sucede.
* Pero lo espero. Porque la paciencia es uno de mis excesos, aunque me rompa los dedos y me dé cabezazos.

* Yo pensé que...
* Nada. Sólo me dejé llevar, como siempre. Y como siempre, todo era mentira. Simplemente soy un experimento fallido.
* Pero si tú lo sabías, pequeña ingenua. ¿O qué? ¿Pensaste que todo sería perfecto a partir de ese día?
* Por si se te olvida, sólo eres una groupie. Recuérdalo, por favor. Siempre se te olvida, porque quieres que no sea cierto.




* Cuando estabas con tu ex, ¿lloraste más frente a él, o detrás de la pantalla?
* Aunque suene increíble (¿para quién?), siento que lloraba más frente al ordenador.

* Eso (esto) de llorar tras una pantalla será eterno.
* Algún día destruiré todos los monitores.

domingo, 31 de enero de 2016

Terminal de Noche

* Estos días he estado pasando por los terminales de buses.
* Me dan ganas de comprar un solo boleto de ida a alguna parte en el sur.
* Pero comienzo a pensar que ese plan no será tan efectivo como lo idealizaba.
* Siempre idealizando las cosas.
* Para eso tendría que portar un fajo de billetes en la cartera. Pero, ¿quién anda con un fajo de billetes así por la calle?

* Además, ¿para qué gastar dinero en un plan fallido, si ese ritual puede resultar en todo un éxito, sin gastar ningún peso y en la comodidad del hogar?
* Aun así, quiero.
* En realidad, no sé si quiero. Pero no se perdería mucho intentándolo.


* "Me dio un beso y me volví de carne." Y la carne es débil, la carne es tan frágil, especialmente la mía.


* ¿Otra vez dejando todo en pausa? ¿Otra vez llorando en el microbús de noche?
* Qué cansadora eres.



* Sólo quiero que la pena se vaya y que el tiempo pase más lento.
* Tontas fantasías románticas.
* Si estoy un minuto más frente a la computadora, siento que voy a hacer algo de lo que me arrepentiré mucho.
* Siempre hago cosas de las que después me arrepiento. Siempre. Siempre. Siempre.

* Ya no quiero seguir estropeándolo todo.
* Ojalá no sintiera esto.

viernes, 29 de enero de 2016

El Algodón de Azúcar

* El algodón de azúcar no sirvió de nada.
* Regresé a casa llorando desde la mitad del camino en el microbús.
* Me pregunté muchas cosas. Me bombardeé de preguntas.
* En realidad, no eran preguntas para mí.
* Pero quién soy yo para sentir esto. Quién soy yo para reclamar.

* Es imposible no pensar.
* Al final, todo pesa.
* Todo es tan triste, tan inútil.


* Y seguiste llorando todo el día. Por favor, basta. Ya no llores.