jueves, 17 de septiembre de 2015

Granitos de Azúcar

* Creo que se viene, por segunda vez, una época de mentirle a mis padres.
* Ya dije la primera mentira. Me costó, tuve que pensarla por un par de segundos.


* Terminé despeinada.

* Las cuatro hebillas para el cabello que tenía sobre mi cabeza terminaron en la altura de mi nuca.


-No sé qué hacer. No sé qué estoy haciendo.

-Te estás comiendo una empanada, y tomándote un chocolate.
-Gracias.


* No sé qué estoy haciendo.

* Sólo soy una groupie.
* Siempre voy a ser una groupie, temo.
* Me cito a mí misma: "Si besas su mano una vez, va a caer enseguida, y besará las tuyas mil veces."
* Evidentemente, ya caí.

* La chica de púrpura estuvo muy presente. No quería.

* No quería que me viera llorona. Fui una vergüenza.


Dulce es el fuego que duerme en ti,

no volveré a temer
**(Bueno, la última línea es mentira)**


* Esto estaba totalmente fuera de todas mis expectativas.

* El terremoto también, por supuesto.
* Fue mágico.
* Quise tanto detener el tiempo.
* Cielos, fue tan mágico.

* Ahora (en este momento) puedo llorar. Debo hacerlo ahora.


* Comparativamente, recién ahora me doy cuenta de tantas cosas.
* Sin duda, el innombrable fue un error, una cicatriz.



* ¿De qué trata esto?
* De granitos de azúcar y de dulzura. Sólo dulzura (al menos de mi parte).
* ¿Y qué significa todo esto?
* Por favor, que alguien me lo diga... No soporto esta incertidumbre.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

El Cumpleaños de Judit

* A pesar de las coincidencias (aterradoras), el evento me sirvió para escapar de mis pensamientos.
* Si hubiera estado todo el día en casa, le hubiera seguido dando al F5 como loca.
**(Risitas)**

* Pero de pronto, en un momento, miré al cielo. Estaba de color azul rojizo.
* Entonces pensé que ahí era lo más cerca que he estado de él (hasta ahora).
* Ahora (en ese entonces) sí que estábamos bajo el mismo cielo.
* Sólo dos kilómetros de distancia.
* Cuando me fui del lugar, afortunadamente lo hice junto a tres compañeros. Caminamos hacia la estación de Metro.
* Una de las compañeras debía bajarse en la misma estación que yo, así que no tenía forma de escaparme ni de hacer ninguna tontería de la que pudiera arrepentirme.
**(Suelo escaparme, o desaparecerme. Eso todos lo saben)**


* Misión cumplida, pude presumir de la envoltura de regalo.



"Judith I" (1901), de Gustav Klimt.

martes, 15 de septiembre de 2015

Coincidencia Aterradora

* Cuando me enteré de la fecha, el evento, y el lugar geográfico, casi no lo pude creer.
* Es como si, pase lo que pase, algo insistiera en que cometa la locura del "bus de Morfeo".
* ¿Es que acaso todo está conectado?



* ¿Le ha pasado, estimado lector, que recibe un regalo en donde el envoltorio es mejor que el presente mismo?

* A mí nunca me ha ocurrido eso, pero creo que me ha tocado hacer varios obsequios así.
* ¿Qué se sentirá al recibirlos?
* ¿La gente se desilusiona con esas cosas? ¿O al revés: La gente siente que la dedicación y el detalle puesto en un pedazo de papel plegado vale más que una miserable tableta de chocolate?
**(Lo de la tableta de chocolate es sólo un ejemplo, eh. Aplicable también al caso de calcetines o desodorantes en época navideña)**


* Después de cumplir los dieciocho años, Ruby se enteró de que sus amigas habían considerado casi-seriamente regalarle mierda. Sí, caca envuelta.

* Fue Hope la que le reveló a Ruby lo siguiente: "Con Emerald y Citrine estuvimos pensando mucho, nos calentamos la cabeza. Y dijimos, pucha, como a Ruby nada le sorprende, regalémosle un mojón envuelto."
* Al final no le regalaron mierda (menos mal, jaja), sino un vibrador rosado que resultó ser de muy mala calidad (vibró sólo un par de veces) y bastante tóxico.

* Ahora Ruby quiere un impulsor. Uno de esos que se mueven longitudinalmente (y que cuestan casi $130 000).
* Bueno, tristemente, nunca tendrá un impulsor. Tendría que ser millonaria, o ser amiga de un millonario para eso.
* Pero también quiere un conejito rotador rosado, siempre ha querido uno. El problema es que todos los que ha visto le parecen delgados, o cortos, y tendría que meterse como dos al mismo tiempo (y se ven igual de tóxicos).
**(Risas)**

* ...Es que mire esto (cuidado: NSFW), estimadísimo lector, cómo se mueven esas orejitas del conejo rosa. ¡Es adorable!
**(Carcajada)**



* Desde hoy (ayer) espero tener un registro fotográfico de todos los regalos que envuelva.
* Me gusta envolver regalos.
* Estoy siendo repetitiva, escribiendo de cosas que al resto de la gente le importa un bledo (como eso de las cintas autoarmables).
* Mi hermana dice que la gente ya no hace regalos para los cumpleaños, ¿qué tan cierto es eso?

lunes, 14 de septiembre de 2015

Paciencia

* En los últimos días he dibujado cosas que no debía.
* ¿Cómo es eso de "dibujar lo que no debo"?
* Sí, eso; no debo, porque temo que podría tratarse de una invocación. Y todos sabemos lo que es una invocación.
* Cuando quiero, no funciona, y cuando no quiero, sí.


* ¿Por qué no ves alguna película, o alguna serie, en vez de darle tanto al F5?
* En promedio lo haces una vez por minuto, lo que significa sesenta veces en una hora.
* Bueno, no tanto. Es una exageración, pero aun así es mucho.

* Temo ser demasiado ingenua. Temo haber sido más ingenua que nunca.
* Sólo fue para calmarte momentáneamente (muy momentáneamente, debo decir), y para que no lo sigas molestando.


♪ Cinco días sin tenerte,
cuántas lágrimas perdidas,
y yo, sigo atada a ti ♫



* En octubre habrá un concierto de Fernando Ubiergo, y me dan ganas de ir...
* La entrada es bastante más barata que para Los Nocheros.
* Pero temo no disfrutarlo.
* Pero me sé varias canciones del cantautor, muchas más que del grupo argentino, así que no ocurriría lo del último concierto.

♪ Ella era extraña... ♫



* Hace algunos años había un comercial de mata-insectos Raid, en donde aparecía un mosquito meditando, que decía: "Paciencia, que el apuro no conduce a nada."
* Al final, el mosquito no pudo contenerse, y voló hacia el interior de la casa, mientras gritaba: "¡Ya no aguanto más!" (o algo así), y explotó.

* Algo similar me está sucediendo.
* Y se supone que la paciencia es uno de mis excesos.
* ¿Debo seguir esperando por algo que creo nunca pasará?

sábado, 12 de septiembre de 2015

La Séptima Vez

* Esto lo iba a colocar en la entrada anterior, pero resultó demasiado extenso y lastimero.
**(Aquí va)**


* Y ya que estamos dando pena, y a propósito de séptimas veces...
**(No estoy segura de si quiero o debo escribir esto, pero algún día lo iba a hacer)**

* La primera vez que la acosaron sexualmente fue a los dieciséis años.
* Ella estaba en un bus, con su familia; madre, hermana, y abuelos maternos. Iba desde la estación de trenes hacia el hotel. Se encontraba de vacaciones, en HangZhou, China. Era el primer día de los tres que iba a estar en esa ciudad.
* Parecía una turista extranjera, con ese peinado tan poco común (¿tan coreano?).
* Era invierno, y ella llevaba puesta una parka que le llegaba hasta un poco más arriba de las rodillas, y unos pantalones. Sí, pantalones, éstos eran casi obligados, aunque ella no quisiera.
* Detrás de ella se colocó un hombre, el cual debió tener unos cuarenta años. Era un tipo robusto. Vestía una chaqueta de cuero café.
* Empezó como siempre empezarían estas cosas, el dorso de la mano (de él) pegada a su cadera.
* Era tan inocente. Jamás se lo imaginó.
* En esa época, ella estaba enamorada de un compañero de colegio, al otro lado del mundo.
* Al principio pensó que el tipo cargaba un bolso, o un maletín, y que por eso su dorso estaba ahí. Es que el bus estaba lleno, eran como las 18:00 horas.
* Pasaron unos minutos así, del dorso insistente en su cadera y su trasero, para que el tipo adquiriera "confianza" y volteara su mano, y la tocara con la palma completa, a través de su parka negra. El hombre no llevaba ningún maletín.
* Aún no lo quería creer.
* El tipo le pellizcó el trasero. Le dolió.
* Sintió soplidos del hombre en su oído izquierdo.
* Esa mano derecha alcanzó su entrepierna por detrás, a través del abrigo. Se quedó helada.
* Pensó en contárselo a su hermana, decírselo en español, como conversan siempre. Seguramente hubiera hecho algo, pero no se atrevió. Temió que su abuela se enterase y sufriera algún ataque cardíaco ahí mismo.
* Los quince o veinte minutos restantes del viaje se le hicieron eternos.

* Al llegar a la habitación del hotel, le contó a su hermana.
* Su hermana se enojó con ella por no haber hecho nada, y no le habló hasta la noche siguiente.
* Escribió el hecho en su agenda, una especie de diario de vida que siempre llevaba. Deseó que el tipo fuera atropellado por un camión.
* Cuando se bañó esa noche, se restregó las caderas y el culo con todas sus fuerzas, con rabia, y se puso a llorar.
* No pudo disfrutar de los días siguientes en la feria, el salón de té, ni en el Lago del Oeste.

* Cuatro años más tarde, cuando ella tuvo a su primer novio, el mismo del que estuvo enamorada antes, decidió contarle lo que le había pasado en HangZhou.
* Él también la culpó por no haber reaccionado.
* Dijo que se había dejado tocar, que ya no era pura. Bueno, él nunca la consideró "pura" (más bien "puta").
* Dijo también que si le ocurriera eso ahora, y no hiciera nada, sería como traicionarlo.
**(Ah... Esta sociedad, siempre culpando a la víctima)**

* Cada vez que lee el nombre de esa ciudad, se le viene ese recuerdo a la mente.


* La segunda vez que la acosaron sexualmente fue a los veintidós años, tres semanas después de terminar con su novio.
* Aún estaba afectada por la ruptura, no tenía ganas de nada.
* Era primavera. Llevaba puesto un vestido blanco con flores violetas, y encima, un suéter negro.
* Iba a la universidad en hora punta de la mañana, en un microbús.
* Detrás de ella se subió un tipo bastante normal, que por su vestimenta parecía trabajar en la construcción.
* Empezó igual, con el dorso de la mano en su cadera, y luego la palma.
* De verdad, ella no tenía ganas de pasar por lo mismo.
* Estuvo largo rato pensando en cómo reaccionar, porque debía y quería enfrentar al hombre.
* Sintió la mano del tipo sosteniéndola de la cadera derecha, y el pene palpitante frotándose a su trasero, como si tratara de follarla.
* Pensó un poco más, y su reacción final fue voltearse para mirar de frente al hombre y decir: "¡¿Le importaría dejar de tocarme?!"
* Varios pasajeros que estaban a su alrededor la oyeron, pero nadie hizo nada (bueno, eso es típico, ¿no?).
* El hombre, después de todo, tuvo cara para responderle: "Oh, perdón."
* Después de esa gran hazaña, ella se volteó otra vez. Sintió las piernas temblorosas, su corazón empezó a latir muy fuerte, y se le humedecieron los ojos. Una señora la vio así, pero tampoco hizo nada.
* Luego, cuando el microbús se fue vaciando, y ella logró avanzar, se percató de que el mismo hombre que antes la había manoseado, hizo lo mismo con otras tres mujeres.
* El tipo se merecía un rodillazo en los testículos.
* Ninguna de esas tres mujeres logró reaccionar.


* La tercera vez, ocurrió dos meses después del evento anterior.
* Era de mañana, también en un microbús.
* Se le acercó un hombre bien vestido, con traje negro y corbata, de unos cuarenta y tantos.
* El hombre llevaba un maletín en su mano derecha, y acercó el dorso a la cadera de la chica.
* Ella volteó un poco su cabeza, y su única reacción fue decir: "Deje de tocarme..."
* El hombre se alejó, y se bajó un par de paradas después.


* La cuarta vez fue en el mismo mes.
* Era de mañana, y ella tuvo la suerte de irse sentada en el bus.
* Iba sentada en el lado del pasillo.
* Se acercó un hombre que llevaba un bolso blanco cruzado. Él se pegó al asiento de ella, y frotó sus genitales en su hombro.
* Ella no quería creer lo que estaba ocurriendo. Nunca quiere creerlo, a decir verdad.
* Pensó en reaccionar, pero no se le ocurrió cómo.
* ¿Ponerse de pie, y decir en voz alta: "Deje de frotar su pene con mi hombro", o "el tipo de bolso blanco está restregando su pene a mi hombro"?
* ¿Cómo reaccionaría usted ante algo así, estimado lector?
* Él, viendo que ella no se atrevía a enfrentarlo, puso su mano sobre el cuello de la chica, camuflándose con unas hojas de papel impresas que traía.
* Pasó la mano por el cuello, hombro y espalda de ella, como acariciándola.
* Al final, ella se bajó antes que él. Y sintió asco en su hombro izquierdo.


* La quinta vez ocurrió cinco meses después.
* Era de tarde. Ella iba en Metro junto a un compañero y una compañera de universidad. Iban al Centro, a analizar el lugar, para un trabajo.
* Se dirigían desde estación Baquedano, para bajarse en Plaza de Armas.
* Sus compañeros se fueron conversando, y ella, como siempre, callada y medio apartada.
* Por su derecha se le acercó un hombre joven, que traía puesta una camiseta de cierto equipo de fútbol chileno.
* El tren subterráneo no estaba tan lleno, así que ella se dio cuenta de lo que trataba.
* El dorso de la mano izquierda del tipo empezó a tocar su cadera.
* Esperó un momento. ¿Acaso esperaba a que el hombre se arrepintiera o se cansara?
* Ella giró su cabeza como la otra vez, y dijo, también como la otra vez: "Deje de tocarme..."
* El tipo se alejó.
* Ninguno de sus compañeros se percató de la situación.
* Al bajarse en la estación Plaza de Armas con sus compañeros, en el andén, ella tuvo que pedir un par de segundos para calmarse. Le temblaban las piernas.
* Le reveló a sus compañeros que había un tipo al lado que la acababa de manosear. De verdad ninguno se había dado cuenta.
* Ellos le dieron contención.
* Su compañera le dijo que si ella le hubiera avisado en el momento, de seguro habría reaccionado. Siempre trae consigo una llave inglesa en su mochila, porque a ella también le ha ocurrido.
**(No exagero con eso de la llave inglesa, la he visto, jaja)**

* Esa noche, cuando ya estuvo en su casa, publicó un estado en Facebook, algo relacionado a su falta de agresividad y su carácter cortés.


* La sexta vez pasó cinco días después de lo del Metro. ¿Lo puede creer, estimado lector? ¡Cinco días!
* Era de mañana, y ella fue la última en subir al microbús.
* Quedó literalmente pegada entre la espalda de un hombre y la puerta del bus.
* Sintió la palma de la mano del hombre de adelante tocar completamente su monte de Venus.
* Le hirvió la sangre.
* Pensó en ocupar su alfiler de gancho que lleva siempre colgado de su bolso para estas ocasiones.
* Pero no. Siempre arrepintiéndose.
* Al final, su reacción fue empujar el brazo del tipo, alejándolo, mientras decía: "¡¿Va a dejar de tocarme?!"
* Varias personas la escucharon, pero como usted supondrá, estimado lector, nadie hizo nada.


* La séptima vez que ocurrió, fue tres semanas después de que cumpliera veinticuatro años.
* Ella se dirigía a la universidad en la mañana, en un microbús, como siempre.
* Ella se fue casi pegada a la caseta del conductor, y detrás se colocó un hombre.
* Y lo mismo de siempre: El dorso de la mano tocando su trasero.
* Qué cansada se sentía.
* Su mente estaba en otro lado. En ese tiempo, lo único que pensaba era: "No me quiero enamorar, no me quiero enamorar."
* Al final no hizo nada para detenerlo.
* Cuando el bus se detuvo en un paradero en donde baja y sube mucha gente, ella se volteó, y vio que el hombre que la había toqueteado se estaba bajando.
* Sólo notó que se trataba de un tipo rapado de unos treinta y tantos años, que llevaba puesta una camiseta de color rojo.


* Fin (espero).

Donación de Sangre

* Aquí, esperando.
* Presionando F5 como enferma, como si se me fuera la vida en eso.
**(Bueno, sí, se me está yendo la vida)**
* Son las 3:33 de la madrugada. ¿Qué esperas encontrar a esta hora?

* Aferrándome a algo imposible.
* Esto de seguir teniendo esperanzas sobre algo tan ilusorio, tan etéreo.
* Y repito: ¿Por qué no me da calabazas ahora, ya?
* Tendría algo más de una semana para llorar tranquila.

* Lo único que sé hacer bien es llorar como una enferma. Como una enferma terminal.
* Ah, y envolver regalos.


* Dibujando y escribiendo cosas que no debo.



* Anteayer fui a donar sangre por séptima vez.
* A "salvar delincuentes", como me diría mi hermana, con cierto tono de molestia.
* Al parecer hubo un recambio de personal en aquel hospital público. Nuevos tecnólogos médicos.
* El encargado de la entrevista se notaba nuevo en esa labor. Tal vez era un practicante. Se veía nervioso.
* Cuando le hice saber que era donante voluntaria de allí, me preguntó si vivía cerca. Le respondí que estudiaba cerca, en la FAU. Me hubiera gustado contarle que voy casi dos veces al año, como un ritual al terminar un semestre académico, pero no se me ocurrió en el momento.
**(Nunca se me ocurren las cosas en el momento)**
* Él me dijo que también había estudiado en la Universidad de Chile, "pero lejos, en Independencia", así, con esas palabras. Me agradó.

* Hubo una situación que me puso los nervios de punta, es la primera vez que me sucede:
* La tecnóloga médica encargada de la extracción de sangre, empezó a retirar y a meter la aguja repetidas veces (como ese movimiento que se hace en una liposucción), para encontrar la vena en mi brazo.
* Cuando hizo eso, me preguntó: "¿Duele?"
* Yo le contesté, muy cordialmente: "N... No."
* Me hubiera gustado responderle: "No, pero deje de mover la aguja."


* La sensación de fragilidad posterior es lo mejor, debo decir.

jueves, 10 de septiembre de 2015

Detalles

* En el último par de días -¿puedo escribir esto así? Me da algo de vergüenza- he logrado masturbarme sin terminar llorando.
* Es como una pequeñísima tregua.


* No debería crearme expectativas (ningún tipo de expectativas)... Pero qué rayos.

* ¿Por qué no me da calabazas ahora, ya?

* No hay que ilusionarse.
* No hay que ilusionarse.
* No hay que ilusionarse.
* ¿Cómo es posible no ilusionarse, si estoy pendiente de cosas que al común de la gente le importan un bledo?
* Todos los detalles, todos esos estúpidos detalles.

* Esto se trata de hacer soñar a la chica más ilusionable del mundo.
* ¿Cómo no va a ilusionarse entonces así?


* No sé si debo estar agradecida de esta tregua.
* Es que he vuelto a fantasear con tantas cosas.
* Esto no es justo.
* Y nunca voy a aprender. Soy una ridícula.