sábado, 12 de septiembre de 2015

Donación de Sangre

* Aquí, esperando.
* Presionando F5 como enferma, como si se me fuera la vida en eso.
**(Bueno, sí, se me está yendo la vida)**
* Son las 3:33 de la madrugada. ¿Qué esperas encontrar a esta hora?

* Aferrándome a algo imposible.
* Esto de seguir teniendo esperanzas sobre algo tan ilusorio, tan etéreo.
* Y repito: ¿Por qué no me da calabazas ahora, ya?
* Tendría algo más de una semana para llorar tranquila.

* Lo único que sé hacer bien es llorar como una enferma. Como una enferma terminal.
* Ah, y envolver regalos.


* Dibujando y escribiendo cosas que no debo.



* Anteayer fui a donar sangre por séptima vez.
* A "salvar delincuentes", como me diría mi hermana, con cierto tono de molestia.
* Al parecer hubo un recambio de personal en aquel hospital público. Nuevos tecnólogos médicos.
* El encargado de la entrevista se notaba nuevo en esa labor. Tal vez era un practicante. Se veía nervioso.
* Cuando le hice saber que era donante voluntaria de allí, me preguntó si vivía cerca. Le respondí que estudiaba cerca, en la FAU. Me hubiera gustado contarle que voy casi dos veces al año, como un ritual al terminar un semestre académico, pero no se me ocurrió en el momento.
**(Nunca se me ocurren las cosas en el momento)**
* Él me dijo que también había estudiado en la Universidad de Chile, "pero lejos, en Independencia", así, con esas palabras. Me agradó.

* Hubo una situación que me puso los nervios de punta, es la primera vez que me sucede:
* La tecnóloga médica encargada de la extracción de sangre, empezó a retirar y a meter la aguja repetidas veces (como ese movimiento que se hace en una liposucción), para encontrar la vena en mi brazo.
* Cuando hizo eso, me preguntó: "¿Duele?"
* Yo le contesté, muy cordialmente: "N... No."
* Me hubiera gustado responderle: "No, pero deje de mover la aguja."


* La sensación de fragilidad posterior es lo mejor, debo decir.

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