lunes, 18 de julio de 2016

Coraza

* Abril de 2015, casi ocho meses después de los días de susto.
* Aquella fue la última vez que Ruby vio a Emerald.

* En el Centro Cultural, Emerald sostiene el cuaderno abierto de Ruby, en una página donde se ven dibujadas píldoras hexagonales y otras redondas:

* Emerald -¿Pero cómo me cuentas de eso ahora, Ruby?
* Ruby -Es que no quería molestar a nadie.
* Emerald -Para eso están las amigas.
* Ruby -Bueno...
* Emerald -Oye, Ruby, esto es en serio: si alguna vez pasas por lo mismo y resulta positivo y planeas hacer algo, prométeme que no lo harás sola y que me pedirás ayuda.
* Ruby -Bueno, está bien.
* Emerald muy seria -¡Pero prométemelo!
* Ruby -Está bien, está bien. Te lo prometo.

* Emerald le estrecha la mano a Ruby.

* Emerald -Además, yo te entiendo. No voy a ser como Sapphire en decirte algo tan básico como -pone voz de retrasada mental-: "Ten cuidado, el Misotrol puede ser peligroso".
* Ruby ríe.


* Aquella vez, en agosto de 2014, armé una tormenta mental casi de la nada, al igual que ahora.
* Estaba segura de que no tenía nada, pero la imaginación y la sugestión pudieron más.
* Parece que me gusta complicarme.
* Y parece que a nadie le gusta mi sentido del humor.
* Ugh.

* Podría escribir algo más acá, pero temo herir sensibilidades.

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