lunes, 9 de noviembre de 2015

Simplemente Leo

* Siempre llego a un punto en que no puedo continuar leyendo sin ponerme a llorar.


* Le contaré, estimado lector, el porqué de este estado tan patético y lastimero. Al fin y al cabo es lo mismo de siempre; yo y mis expectativas o fantasías.
* Empezó el día miércoles o jueves de la semana pasada.
* Algo me hizo creer que podría verlo, o más bien, que él podría querer verme el viernes. No sé cómo me llené de esa idea.
* Ahora lo pienso y suena tan tonto.
* Las fantasías frustradas de siempre. Esperaba algo que sabía no iba a ocurrir.
* Tendría que estar con un adivino, alguien que descifre mis pensamientos. Con palabras no puedo (no me atrevo). Sería la arrastrada de siempre, y no se obtiene nada con eso.
* Las ganas no desaparecen ni se mantienen, sino que se acumulan.

* Cierto lector de este blog sabe muy bien cómo me pongo en este estado, y tenía razón (sólo un poco, eh). Me vuelvo totalmente tóxica e insoportable.

* Ganas, desesperación, invocaciones inútiles. Frustración. Más frustración, más ganas, más desesperación. Tristeza y rabia conmigo misma. Y ganas de arrancarme el útero.


* Todo lo que escribo, alguien más lo ha hecho, mejor redactado y con palabras más bonitas.
* Sigo siendo una copia muy barata.


* ¿Por qué no me quiere?
* Leo, simplemente leo, y las lágrimas caen solas y son muchas y no se detienen.

Comedia

* A veces me pregunto qué habría ocurrido si le hubiera dejado una señal la primera vez que lo leí, en lugar de haber esperado como ocho años.
* ¿Acaso me habría esperado?
* Si hubiera hecho algo así, la canción "Non Ho L'età" de Gigliola Cinquetti sí que me habría identificado. Especialmente porque la italiana la cantó por primera vez cuando tenía 16 años.

* ¿Le habría ganado?
* Jajaja, perdón. ¿Qué es eso de ganarle?
* No... No me habría esperado.
* Habría sido igual de imposible que ahora.

* Yo quería otras cosas en ese entonces. Sólo quería a alguien imaginario. Sólo quería algo de amor (aún deseo eso).


* A veces mi imaginación vuela. Por eso, debo estar recordándome constantemente todo esto.
* Aunque duela.



* Ayer gasté en fotocopias lo que podría haber ocupado en 3 horas de motel barato.
* Mientras se fotocopiaban los textos, pasé por un supermercado y un patio de comidas.
* La gente como loca llevándose televisores en oferta.
* Y yo, adivine, estimado lector: comprando chocolates.

* Me parece que es la primera vez que como sola en un patio de comidas. Triste, ah.

* No dejé de pensar en esa persona todo el día.
* Ayer en la madrugada tembló. En ese momento me encontraba leyendo una de sus obras e invocándolo (y masturbándome). ¿El movimiento lo habrá despertado? ¿Me habrá sentido?



* Vi una película de comedia titulada "Qu'est-ce qu'on a fait au Bon Dieu?" (no tengo idea de cómo se pronuncia, pero se traduce en algo así como "Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?"). Un ex-compañero de universidad, que por cierto es asiático, había compartido el tráiler por Facebook.
* A decir verdad, vi el filme porque tenía ganas de reír. Necesitaba hacerlo.
**(Han sido días tristes, llenos de esas expectativas que nunca voy a alcanzar)**
* Aquí le presento el tráiler:



* Me reí a carcajadas, debo admitirlo. Sirvió para pasar el tiempo.

* La última vez que me reí así con una película fue en enero del año pasado, sola en una galería, en el Festival de Verano de Ñuñoa, viendo "Metegol".
* Al principio no le tenía fe a esa película, pues es sabido que no me interesa el fútbol (ni ningún otro deporte), pero logró que todos los espectadores, me incluyo, celebraran un gol de los personajes protagonistas.
* Si algún día tengo hijo o sobrino, de seguro aprovecharía ese instante para verla otra vez, y tal vez me reiría más que antes, recordando que era una chica solterona y masoquista que iba sola a eventos familiares.
* O tal vez la vea sola otra vez, algún día.

viernes, 6 de noviembre de 2015

Mil Cortes

* Aquel día, tres sílabas salieron dulcemente de sus labios. Lo pude ver y escuchar en cámara lenta, prometo que fue así.
* Si pudiera describir su tono de voz y el amor con que entonaba esa palabra.
* Cada una de esas sílabas era un cuchillo que se me clavaba. Se abría paso en mi piel, mi carne, mis nervios.
* No sé si se habrá dado cuenta -tal vez sí-, que sangraba por esas puñaladas que me había dado. Hasta le lloré sangre.
**(Ay, qué exagerada)**

* La primera sílaba, es decir, el primer puñal, se clavó directo en mi corazón. Claro, era de esperarse.
* La segunda sílaba-daga, se fue a mis ojos. Y me pareció que nunca había visto las cosas con tanta claridad, sólo por un instante. Inmediatamente después, vino una ceguera que se mantiene hasta el día de hoy.
* La tercera sílaba-navaja es la más lenta en hundirse. Me mutila lentamente; a menudo siento las heridas. Es como esa tortura china de la muerte por los mil cortes.


* Tormentas de madrugada.

Sadako

* Siempre yendo al lugar que no debería.
* Se trata de un lugar en el que tal vez no soy muy bienvenida, y que me enrostra que yo soy la parte sobrante; que yo soy algo así como "la otra".


* Y por esto es que no puedo, o más bien, no debo creerle.
* Si le creo, me hundiré más, o me elevaré más, y ya no podré salir del pozo, y la caída desde las alturas será mortal.
* Sí, soy la niña que se metió sola en un pozo.
* Si le creo, ya no habrá salida.

* ...Pero le creo, y no paro de creerle.

* Me gustaría llorar a gritos, botarlo todo, pero no puedo, no me resulta. Siempre queda algo.
* Ese "algo" está atorado en mi garganta y hace que el esternón me pese.


* ¿Entenderá esta dependencia?
* Algo me dice que no, y que tampoco le importa mucho.
* ¿Con qué palabras...?


* ¿Cómo pude estar tan feliz hace sólo un par de días?
* ¿Será una patología mental, o sólo las hormonas revolucionarias?

* Yo misma me respondo: Estás tonta porque te falta sexo, siempre ha sido así. No me haga caso, estimadísimo lector.

Lo Instalado

* Ojalá me pudiera sacar estas ideas de la cabeza.
* Y los sentimientos del corazón.
* Y el nudo de la garganta.

Oso Grizzly

* Éxtasis. Cinco días de felicidad, en las nubes.
* Me cuenta cuentos bonitos. Por primera vez, alguien que no es de mi familia me cuenta un cuento.
* Se parece a Víktor. Se parece mucho. Ese Víktor de los dedos helados y los besos acorralados.

* Al sexto día, producto de haberme elevado sin parar, de masturbaciones eufóricas, de ganas, la caída desde las nubes se vuelve abrupta.
* Mucha sangre acumulándose en la entrepierna.
* Chica demandante, eh.


* La vez pasada hubo tanta tristeza; fue como haber tenido sexo sin el posterior regaloneo en la cama.
**(¿Le parece muy básico el ejemplo? Pues a mí no)**
* Bueno, para eso están las groupies.

* Y algo me dice que seguirá siendo así.
* La groupie sólo vive (o se desvive) por esos encuentros.


* No sé qué estoy haciendo.

* Quiero un abrazo de oso. O un oso grizzly que me descuartice.
* Tú quieres estar presa, no él.


* El miedo y la angustia siempre vuelven.

* No debo llorar en una biblioteca.