lunes, 9 de noviembre de 2015

Simplemente Leo

* Siempre llego a un punto en que no puedo continuar leyendo sin ponerme a llorar.


* Le contaré, estimado lector, el porqué de este estado tan patético y lastimero. Al fin y al cabo es lo mismo de siempre; yo y mis expectativas o fantasías.
* Empezó el día miércoles o jueves de la semana pasada.
* Algo me hizo creer que podría verlo, o más bien, que él podría querer verme el viernes. No sé cómo me llené de esa idea.
* Ahora lo pienso y suena tan tonto.
* Las fantasías frustradas de siempre. Esperaba algo que sabía no iba a ocurrir.
* Tendría que estar con un adivino, alguien que descifre mis pensamientos. Con palabras no puedo (no me atrevo). Sería la arrastrada de siempre, y no se obtiene nada con eso.
* Las ganas no desaparecen ni se mantienen, sino que se acumulan.

* Cierto lector de este blog sabe muy bien cómo me pongo en este estado, y tenía razón (sólo un poco, eh). Me vuelvo totalmente tóxica e insoportable.

* Ganas, desesperación, invocaciones inútiles. Frustración. Más frustración, más ganas, más desesperación. Tristeza y rabia conmigo misma. Y ganas de arrancarme el útero.


* Todo lo que escribo, alguien más lo ha hecho, mejor redactado y con palabras más bonitas.
* Sigo siendo una copia muy barata.


* ¿Por qué no me quiere?
* Leo, simplemente leo, y las lágrimas caen solas y son muchas y no se detienen.

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