martes, 8 de diciembre de 2015

Abajo, Clavada y en Desventaja

* Me faltaron tantas cosas por decirle, como de costumbre.

* En ese momento, me hubiera gustado expresarme, atreverme a abrazarlo a la fuerza, inmovilizarlo aunque yo estuviera en desventaja.
**(Siempre estoy en desventaja)**
* Decirle algo lastimero, barroco y casi amenazante como: "No te muevas. Quédate aquí, te lo ruego. Quiero sentirte así, en tu forma más terrenal antes de que te vayas otra vez, antes de que te evapores. Quedémonos así por siempre, te lo suplico. No importa si me extraes todo el aire de mis pulmones, de hecho me gustaría. Simplemente no me dejes. ♪ Ne me quitte pas, ne me quitte pas, ne me quitte pas ♫ (Ya empecé a delirar) ¿Por qué te tienes que ir?"

* Siempre se me sueltan las lágrimas cuando pienso eso de "¿por qué te tienes que ir?".
* ¿Por qué tan sensible?

* Tengo todo sensible.
* Esto es sólo fantasía de una masoquista que le gusta abrirse la piel y clavarse cosas, y que le claven cosas... En el corazón.

lunes, 7 de diciembre de 2015

"La Tregua"

* Miénteme un poco. Dime que me quieres, aunque yo no te lo crea. Aunque no te crea, dímelo.



* Martes 21 de enero de 2014, mensaje público a Emerald:
"Estaba yo tranquilamente esperando, con un poco más de una hora de anticipación, la obra de teatro del Festival de Verano de Ñuñoa (ese que se da todos los años en la Casa de la Cultura), en la galería... -Sí, debo ser la única que va sola a esos eventos- ...Cuando veo a una señora sentada delante de mí, que está leyendo un libro. Empiezo a ojear algunas líneas, como buena psicópata que soy. Y veo que está escrito en forma de diario de vida. Y leo 'Avellaneda'.
Inevitablemente, pensé en ti. (Risas)
(Aunque esa señora tenía la mala costumbre de doblar las esquinas de las hojas)
Saludos, Emerald, y que estés teniendo unas excelentes vacaciones."

* Tres minutos después, una respuesta de Emerald:
"Avellaneda, Avellaneda, Avellaneda, qué buen libro La Tregua.
No quiero ponerme mamona, pero yo frecuentemente pienso en ti."


* "La Tregua" de Mario Benedetti era uno de los libros preferidos de Emerald cuando íbamos en el colegio.
* Nunca lo leí. No sé si algún día lo haga. Seguramente me guste, pero no sé si lo lea.



* Una vez que piensas en sexo, ya no puedes parar.
* ¿Dónde tienes la cabeza? No es momento para pensar en esas cosas.
* Suspiros y gemidos y jadeos. Las ganas de siempre.

domingo, 6 de diciembre de 2015

Fracaso

* Soy un fracaso como persona.

* La esperanza se va junto a su imagen, y las otras ideas vuelven con más fuerza.
* Fue una bonita despedida. ¿Lo fue?

* Se supone que no debía llorar. Si lloraba ahora, no sería capaz de detenerme.
* Pero ocurrió. Un detonante, y ya no puedo...


* Soy un total fracaso.

jueves, 3 de diciembre de 2015

Camino a la Biblioteca

* El "Caballero" me saludó ayer.
* Nos cruzamos en la universidad, y yo pensaba saludarlo de lejos (como las últimas tres veces que nos hemos visto), sólo ondeando la mano. Pero él, bastante alegre y animado, me detuvo en mi camino, y dijo enérgico: "Wai~ Holaaa. ¡Abrazo!"
* No me lo esperaba.
* Nuestras mejillas se rozaron mientras él me abrazaba (no tan fuerte, eh, ni tan cerca).
* Su barba estaba más abundante que nunca, muy acolchada y suave, más suave que nunca. ¿Se aplicará algún producto cosmético para que sea así? ¿Acondicionador para cabello tal vez?

* Yo estaba desanimada y con ganas de morir.
* Quizás en otra época, tal vez hace dos años o más, ese gesto habría alegrado mi día.
* Su saludo no produjo nada en mí.

* Se alejó un poco y me preguntó cómo estaba. Qué innecesaria es esa pregunta.
* Luego de pensar por unos segundos, le respondí: "Bien, estoy bien. ¿Cómo has estado tú?"
* Se me hace difícil fingir.
* Como siempre, él estaba acompañado de una chica.
* Me río cuando pienso esto, pero es una risa desganada.

Torreón en Primavera

* Hace como diez años, o más, tuve un sueño:

* Estaba yo en una especie de silo para granja, que más bien era un torreón cilíndrico, de ladrillos cafés, bastante macizo. Era bien iluminado, con muchas ventanas.
* Estaba alejado de la ciudad, en una zona rural. Era primavera o verano, el ambiente cálido. Colores marrones y amarillos.
* Al entrar a esa torre, veía una estrecha escalera de madera a mi derecha que bordeaba las paredes, haciendo una espiral para subir hacia el techo.
* Subía y subía.
* Al llegar hasta arriba, me encuentro en un balcón, también de madera. Digo, una plataforma sin barandas que da hacia el interior de la torre. Estaba a unos veinte metros sobre el suelo de paja.
* Allí veo una soga colgando. Un dogal de verdugo perfecto, como en las películas, digno de ser contemplado.
* Estiro el brazo y acerco la cuerda hacia mí. Es gruesa y firme, y automáticamente me la coloco alrededor del cuello.
* Doy un paso hacia el vacío del centro del torreón, para caer colgada, pero ocurre algo inesperado: la cuerda sube abruptamente tirándome del cuello y asfixiándome más.
* Mi cabeza casi logra tocar el cielo.
* La agonía es lenta.
* De pronto, de la cuerda crecen unas espinas, muchísimas púas que se entierran profundamente en mi cuello, mentón, hombros, orejas.
* Sale muchísima sangre y me desespero por zafarme, pero no lo logro.
* La agonía ahora sí que es lenta y dolorosa.



* ¿Habrá algún torreón así cerca de Santiago?

martes, 1 de diciembre de 2015

Salvador

* Salvador me toma el brazo con fuerza, diría casi intensamente, pero es tan débil con las piernas.
* Sin embargo, es curioso; mientras más delicado e imperceptible, más me duele.

* Hubo una época (bueno, sólo unos días) en que dormí con Salvador, como esperando a que ocurriera un accidente. Ese accidente nunca pasó.
* La gente lo descubrió en mi cama, y me trataron de loca.


* No es la idea presumir de esto.
* Es tonto alardear de estas cosas.

Acantilado (Tercera Parte)

* Le pregunté a alguien si conocía algún "acantilado de película" dentro de este país. Se le vino a la mente el norte, algún precipicio en el desierto.
* Busco. Una mujer, tras lanzarse a los acantilados de La Portada, en Antofagasta, resultó sólo con una fractura en su mano.
* Busco, y resulta que acantilados hay en todo Chile, pero se me hace tan difícil. Es complicado. Ninguno (o casi ninguno) es como en las películas.
* No quiero preguntar a tontas y a locas. No quiero gastar tiempo en buscar sin conocer.
**(Qué irónico es eso de gastar tiempo)**


* Tengo tantas ganas de hacerlo. ¿Quién podría acompañarme?
* Es algo que no debería revelar, y menos en un blog "público".


* Recuerdo la escena final de "Crouching Tiger, Hidden Dragon" ("El Tigre y el Dragón"). ¿Existirá algún lugar así en Chile?
* No lo sé. Todo es tan imaginario.

* Recuerdo también una película chilena, o no era una película, sino que era uno de esos largometrajes que se trasmiten por televisión:
* La escena de una mujer, que tras ser abandonada por su marido (o tal vez el hombre había muerto), lleva a sus hijos a un acantilado (acantilado de película, por cierto) muy alto y solitario, para arrojarlos allí al mar y suicidase después.
* ¿En qué lugar de Chile se habrá filmado eso? Quiero saber.