jueves, 3 de diciembre de 2015

Torreón en Primavera

* Hace como diez años, o más, tuve un sueño:

* Estaba yo en una especie de silo para granja, que más bien era un torreón cilíndrico, de ladrillos cafés, bastante macizo. Era bien iluminado, con muchas ventanas.
* Estaba alejado de la ciudad, en una zona rural. Era primavera o verano, el ambiente cálido. Colores marrones y amarillos.
* Al entrar a esa torre, veía una estrecha escalera de madera a mi derecha que bordeaba las paredes, haciendo una espiral para subir hacia el techo.
* Subía y subía.
* Al llegar hasta arriba, me encuentro en un balcón, también de madera. Digo, una plataforma sin barandas que da hacia el interior de la torre. Estaba a unos veinte metros sobre el suelo de paja.
* Allí veo una soga colgando. Un dogal de verdugo perfecto, como en las películas, digno de ser contemplado.
* Estiro el brazo y acerco la cuerda hacia mí. Es gruesa y firme, y automáticamente me la coloco alrededor del cuello.
* Doy un paso hacia el vacío del centro del torreón, para caer colgada, pero ocurre algo inesperado: la cuerda sube abruptamente tirándome del cuello y asfixiándome más.
* Mi cabeza casi logra tocar el cielo.
* La agonía es lenta.
* De pronto, de la cuerda crecen unas espinas, muchísimas púas que se entierran profundamente en mi cuello, mentón, hombros, orejas.
* Sale muchísima sangre y me desespero por zafarme, pero no lo logro.
* La agonía ahora sí que es lenta y dolorosa.



* ¿Habrá algún torreón así cerca de Santiago?

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