jueves, 3 de diciembre de 2015

Camino a la Biblioteca

* El "Caballero" me saludó ayer.
* Nos cruzamos en la universidad, y yo pensaba saludarlo de lejos (como las últimas tres veces que nos hemos visto), sólo ondeando la mano. Pero él, bastante alegre y animado, me detuvo en mi camino, y dijo enérgico: "Wai~ Holaaa. ¡Abrazo!"
* No me lo esperaba.
* Nuestras mejillas se rozaron mientras él me abrazaba (no tan fuerte, eh, ni tan cerca).
* Su barba estaba más abundante que nunca, muy acolchada y suave, más suave que nunca. ¿Se aplicará algún producto cosmético para que sea así? ¿Acondicionador para cabello tal vez?

* Yo estaba desanimada y con ganas de morir.
* Quizás en otra época, tal vez hace dos años o más, ese gesto habría alegrado mi día.
* Su saludo no produjo nada en mí.

* Se alejó un poco y me preguntó cómo estaba. Qué innecesaria es esa pregunta.
* Luego de pensar por unos segundos, le respondí: "Bien, estoy bien. ¿Cómo has estado tú?"
* Se me hace difícil fingir.
* Como siempre, él estaba acompañado de una chica.
* Me río cuando pienso esto, pero es una risa desganada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario