domingo, 1 de marzo de 2015

Estancamiento

* A veces me pregunto si esa persona pensará de vez en cuando en mí.
* Me gustaría creer que sí.
* Pero no.
**(Yo sé, en el fondo, que no)**


* Encontré algo que me hizo recordar otra cosa, y me puse a buscar.
* Y claro, cuando busco, siempre encuentro.
* Me gustaría no encontrar nada, pero el destino siempre quiere que encuentre más de algo (muchas cosas), y me ponga a sufrir.

* Usted, que me conoce, ya sabía (sabe) que esto iba a ocurrir, incluso antes de que yo lo supiera.
* ¿Por qué no me lo advirtió, estimado lector?

* Lo mismo ocurrió con "Trauko".
* Mi amiga, que es bastante más sensata que yo, lo sabía desde un principio, y cuando pasó eso de "la verdad", dijo: "Y yo lo sabía... Y me dejé esperanzar de alguna manera. Me dejé creer a mí misma, y dejé a la Yan a creer que (...)".


* Siento una necesidad terrible de que me quieran (sí, esta vez, más que de sentirme querida).


* No tengo esperanzas de nada, pero sigo con las fantasías.

* Y cada vez me siento más tonta, imaginándome escenas y sensaciones que nunca se harán realidad.



* El "caballero" compartió una imagen en Facebook; está en escala de grises y aparece una pareja desnuda en la playa, un hombre sentado y una mujer arrodillada detrás de él.
**(No nos tenemos en Facebook (después de que me eliminara porque mis estados eran "muy depresivos"), y si no nos agregamos en este semestre académico, entonces nunca, estoy segura que nunca, tendremos posibilidad de ser "amigos")**
* El mensaje de esa imagen era: "Si las mujeres entendieran: Que los hombres también tienen miedos, pero sin tanto permiso para mostrarlos...", y así, una lista de lo que lo que sentían los "hombres sensibles" respecto a las mujeres.
* ¿Estará enamorado? O, ¿tendrá una novia?
* No me extrañaría.

* Antes de eso, subió una fotografía; el paisaje no parecía ser de ningún lugar de Chile (ningún lugar que yo haya visto mediante fotos al menos).
* Parecía una ciudad europea, Venecia tal vez.
* ¿Habrá ido para conquistar a una princesa, y así convertirse al fin en un Caballero de la Orden de Malta?
* ¿Estará de intercambio allí este semestre?

* Si es así, entonces yo me quedaré estancada en esto, en mi blog por medio año.
* No habrá nadie en quien fijarme en la universidad.
* Todo se reducirá a este enamoramiento imposible.



* Mi problema de sociabilización hará que no tenga intentos de suscribirme a páginas de encuentros/chat BDSM (después de esos intentos fallidos y rechazados), y eso significa que moriré esperando a que alguien me llene.
* Ojalá ese alguien descubra este blog (¿y cómo?), y me busque, y me espere en la puerta de la universidad, y que me diga que yo soy todo lo que había estado buscando (eso es mucho decir, jaja), y alcancemos un nivel de complicidad extremo...
* Fantasías mías, nada más.




* Nota: Iba a colocar otro título para esta entrada, pero sería demasiado evidente, más evidente de lo que ya he sido.

viernes, 27 de febrero de 2015

Los Desconocidos Hirientes

* ¿Se ha encontrado con esas personas que "lo quieren todo ahora, ya", estimado lector?
* Y con "lo quiero todo ahora, ya" no me refiero a esa cosa semi-impulsiva, sentimental, romántica, sexual, entre quejumbrosa y graciosa (como suele pasarme en mis ataques de inmadurez, aunque no resulte gracioso para mí, jaja); sino a esas personas que cuando no tienen las cosas "ahora ya" se desesperan y se ponen agresivas (no sé si con intenciones de serlo).



* El verano pasado, en estas mismas fechas, ocurrió lo siguiente -y mis estados de Facebook son testigo, ah-...
* Yo me encontraba en el pseudo-trabajo (pseudo-remunerado), reemplazando a Marité.
* Usted sabe cuánto miedo tengo de atender llamadas telefónicas, ¿cierto? Podría ser hasta una fobia mía.

* Un cliente llama, ya no recuerdo para qué... Me pide las cosas "de buena manera", y se dirige a mí por mi diminutivo.
* Me sentí incómoda ante la situación (tal vez porque no puedo relacionarme con hombres como la gente normal, no lo sé).

* Unos días después, vuelve a llamar el mismo cliente para preguntar por el precio de un producto-servicio.
* Yo me encontraba sola en la oficina. Mi padre había salido a hacer unos trámites.
* Mi padre me había dicho que regresaría pronto, y que, si llamaba ese señor preguntando por algún precio, no le contestara aún, hasta que él volviera.

* Cliente - Oiga, hace más de dos horas que la llamé; usted me dijo que me enviaría un correo, y aún no me llega ninguna cotización.
* Yo - Don (nombre del cliente), lo que pasa es que el jefe no está, y necesito consultarlo con él. ¿Puede esperar unos minutos más, hasta que él vuelva, en menos de media hora?
* Cliente - ¡NO! No puedo esperar. ¿Usted es la hija del jefe?
* Yo, casi con la voz temblorosa - S... Sí, soy la hija.
* Cliente, lanzando un suspiro de fastidio - Bueno, a seguir esperando...
* Y cuelga el teléfono pesadamente de un golpe.

* Me destrozó anímicamente.
**(Y eso de preguntarme si era la hija del jefe, por supuesto, me lo tomé como algo personal)**
* Ahí me puse a llorar, obvio.
* Estaba sola en la oficina. Nadie podía verme (lo cual era a la vez un alivio).

* Cuando regresó mi padre, le dije que el tipo había llamado algunas veces y que estaba muy molesto.
* Mi padre no le dio mucha importancia.
* No era mi culpa, ¿o sí?
* Digo, estoy consciente de que soy yo la que no sabe entablar conversaciones para persuadir y hacerle entender las cosas, pero no sé si haya sido toda la culpa mía.
* Y sin embargo, de todos modos, al enviarle por fin el correo electrónico, tuve que disculparme por la demora (por cortesía, claro. No quisiera que mi padre perdiera un cliente frecuente).



* Este año, el día de ayer, ha vuelto a ocurrir.
* El mismo cliente, llamando insistente por teléfono.
* Al preguntarme por asuntos técnicos de los productos, de los cuales no tenía idea, opté por darle con un técnico (valga la redundancia) que sin duda tenía más labia que yo.
* Estuvieron conversando por teléfono algunos varios minutos, aclarando dudas, recopilando datos, y cosas así.
* Luego de la llamada, el técnico se quedó al lado mío, explicándole la situación a mi padre.

* Suena el teléfono.
* Yo atiendo la llamada, debo hacerlo - (Nombre de la empresa), buenas tardes.
* El cliente dice algo que no alcanzo a escuchar, pues el técnico y mi padre seguían conversando a mi lado, con voces fuertes de hombre.
* Reparo - ¿Perdón?
* El cliente repite lo que dijo, pero esta vez con un tono burlesco, como diciéndome que era una tonta sorda y lenta. Era el mismo hombre que había llamado minutos antes.

* Lo dijo con el mismo tono sarcástico de la onomatopeya "duh...".
* ¿Ha notado cuán hiriente es ese sonido?
* La gente que habla así con desconocidos por teléfono, ¿lo hará con intenciones de herir al otro (a un desconocido)?


* Ahí dejé de escuchar música, y de revisar Facebook, y de comer, y de tomar agua, y de ir al baño por el resto de la tarde laboral.
* Y casi me puse a llorar otra vez, como hace un año.

* ¿Por qué soy tan hipersensible?
* ¿Por qué soy tan fácil de dañar?


* Mi padre, al verme algo desanimada, dijo que ese cliente era un "patudo".
* También dijo que Marité opinaba que el tipo era un "estúpido".
* Al escuchar la palabra "estúpido" con el acento español-achinado de mi padre, solté una risita.




* Tengo otras cosas de las que podría (quiero) escribir, pero tal vez mañana, o pronto.
**(Aunque sería mucho mejor no escribirlas)**

martes, 24 de febrero de 2015

Tedio

* Marité dejó un libro en el primer cajón de su escritorio.
* Era un libro forrado con papel couché de revista.
* Levanté la tapa, y se trataba de "Cincuenta Sombras Más Oscuras", el segundo libro de la trilogía de la E. L. James.

* Me puse a leer algunas líneas... Y terminé leyendo casi cien páginas.
**(Incluyendo el final, como buena pesimista, tal como Harry en "Cuando Harry Encontró a Sally", jaja)**
* ¡Cien páginas!
* ¿Lo puede creer, estimado lector?
* Yo no lo creo, ni lo quiero creer.


* Ahora puedo tener el derecho de criticar el libro.
**(Risas)**
* ¿Por qué los libros romántico-eróticos para mujeres siempre resultan tan lastimeros?
* Era casi como leer mi blog (claro que mejor redactado, y tratándose de un enamoramiento correspondido).
* Me resultó tedioso.

* Me resulta tedioso leer muchas de mis entradas. Casi todas son lo mismo.



* ¿Por qué me haces esto, Marité?
**(Risas)**

lunes, 23 de febrero de 2015

Entre Cadáveres

* Volví a soñar con sexo ayer, domingo 22 de febrero de 2015.
* Quizás fue porque me puse a leer un cuento hasta la madrugada, justo antes de dormir.
**(Lo terminé ayer por la tarde. Fue bueno, alucinante como siempre. Aplausos)**

* Así que, me pregunto si hoy también soñaré con cosas parecidas.



* Estaba en una sala de la universidad. Era usada como morgue; habían cadáveres bastante descompuestos amontonados en el suelo.
* Al parecer habían muerto por alguna peste, esas que de vez en cuando se ponen de moda por el mundo.
* La mayoría de los restos eran de mujeres.
* A algunas les faltaban brazos y piernas, casi ninguna tenía ya piel; eran huesos con algunos órganos internos pegados a restos de músculos y grasa.
**(Supondrá que no era un olor muy agradable)**

* Yo, casi sin ropa, sentada sobre una mesa. Al parecer estaba condenada a morir por contagio o insalubridad.
* Habían otros prisioneros (tal vez compañeros de la universidad), también casi desnudos, algunos sentados, otros de pie. Conversaban entre ellos.
* Yo, como sabrá, estimado lector, estaba sola y no conversaba con nadie.
* Estaba sentada a la izquierda de un tipo callado.

* También habían guardias, quienes manipulaban los cadáveres; estaban vestidos sólo con botas, guantes y delantales de PVC negro, de esos que se usan en los mataderos de animales. Llevaban mascarillas quirúrgicas (mínimo de protección, ¿no?).
* Los gendarmes eran todos hombres, al parecer compañeros también de la casa de estudios.

* El ambiente era denso.
* Los guardias nos torturaban mentalmente. Sentíamos (o al menos, yo sentía) un asco tremendo mezclado con miedo. Más asco que miedo.
* Uno de los guardias empezó a apilar cuerpos sobre la mesa, como por diversión sádica, disfrutando de nuestras reacciones de repulsión, justo al lado derecho del tipo callado; es decir, a un metro de mí.
* El chico callado al fin se quejó, obviamente, pues los restos (llámese sangre, agua, materia fecal, mucosidades, etc) de los cadáveres descompuestos, al ser apilados y tirados con fuerza, saltaban y caían sobre su piel.
* Y yo, al ver esa escena, no pude evitar poner una cara de náuseas.
* El mismo guardia notó mi angustia... Oh, diablos, va a hacer algo conmigo.

* El tipo enmascarado resultó ser un compañero de la FAU (no logré recordar quién era, pero esta vez era heterosexual, jaja).
* Tomó -o más bien, abrazó- un montón de restos descompuestos, cajas torácicas con costillas rotas y colgantes, unidos a vísceras también colgantes, y se acercó a mí casi pegando los cadáveres a mi cara.
* Cielos, qué asco más grande.
* Y ahí nace la ninfómana en mí.
* Extiendo mis manos hacia adelante, y traspaso esos huesos suspendidos, hasta llegar a su delantal negro.
* Levanto su delantal de plástico, y empiezo a manosearle sus partes.
* Lo masturbo como una loca. ¿Por qué lo hacía? Ni idea...

* Al cabo de dos minutos, mi compañero se había quitado la mascarilla y había abandonado el puñado de cadáveres, para intentar acercar mi cabeza a su miembro.
* Acabó en mi boca (sí, a los dos minutos. Soy irresistible, jajaja).
* Su mano enguantada de negro acarició mi nuca casi con cariño. Estaba exhausto, transpirado, con la respiración agitada.
* Mantuve su semen en mi boca por unos instantes antes de tragármelo. Sabía neutral (comprende eso, ¿cierto?), no era para nada amargo, ni muy salado. Tenía buena alimentación el tipo, eh.
**(Risas)**
* Me sentía la reina de las felatrices.
* Miré a mi compañero-enemigo directo a los ojos y le esbocé una sonrisita de satisfacción.


**(Fin del sueño)**



* Sabe, estimadísimo y fiel lector, que no suelo tener sueños de ningún tipo. Por eso, cuando sueño (especialmente con estas cosas violentas, medio fuertes, y por sobre todo sexuales) lo comparto acá, como si fueran una novedad.
**(Risas)**
* Ojalá no le aburran.

**(Y aclaro que no soy una "irresistible" ni me siento tal)**

sábado, 21 de febrero de 2015

Ansiedad

* Me incomoda muchísimo tener mi borrador abierto y que mi madre venga a mi habitación, y vea esos intentos deformes de dibujos que tengo (intentos de intentos de lo que podría tener publicado).
* Aunque también me incomoda que vea los dibujos "pasables".
* Me incomoda que mi madre me vea, jajaja.

* Tuve (tengo) una idea, pero no me siento capaz de plasmarla.
* Rayo y aparece algo deficiente, que no es lo que imaginaba. ¿Le ha ocurrido algo similar, estimado lector?
* Pero la idea sigue ahí, como queriendo materializarse.
* Y no es falta de inspiración, ah.
* La fuente de inspiración siempre es buena.
* Si no fuera buena, no sería "inspiración".
**(¿Alguien entiende lo que escribo? ¿O estoy escribiendo tonterías?)**

* De hecho, subí el primer intento de esa idea.
* No sé por qué diablos no se pueden subir imágenes a Facebook sin publicarse en el inicio de todos mis contactos.
* Oh, rayos. ¡Qué vergüenza!
* Así de impulsiva.
* Pero, me parece que no fue tan malo para ser el primer intento.
**(Risitas)**

* Sin embargo, claramente a sus ojos le faltaron dulzura.
* Ya vendrán mejores...


* ¿Cuál es la prisa?
* ¿Necesitas atención (como siempre)?

* ¿Temes que todo esto se acabe?
* ¿Qué es todo esto, si la verdad es que no hay nada?


* ¿Qué seré yo? ¿Algo así como un juguete nuevo?

* No...
* Sabes que no eres nada, pero nada-nada; sólo un microsegundo en su vida.
* Pero tú, tan imbécil como siempre, imaginas todos unos momentos fantásticos, románticos, eróticos, y todas las escenas maravillosas de su universo.
* ...Contigo allí, serías un estorbo; un obstáculo en su historia.


* Cuidado, cuidado con lo que sigas escribiendo.
* Si continúas vomitando así tus pensamientos, pronto, muy pronto se dirigirá a ti con un mensaje de este tipo:
* "Pongámonos sinceros... Yo he leído tu blog... Hace tiempo supe que me quieres, sólo me hacía el huevón. (...) Y me molesta(s)."
**(Extractos de la canallada del día sábado 1 de septiembre de 2007)**

* Soy tan tonta. Me dejé manipular.
* Soy tan tonta.
* Soy tan llorona.
* Soy tan masoquista.
* Soy tan lastimera.
* Soy tan niñita recibiendo calabazas.




* Por un instante, ayer, pensé que esto se estaba convirtiendo en un "enamoramiento feliz", algo así como "estoy tan enamorada que no me importa nada, me siento bien así, tengo millones de endorfinas volando por mi cuerpo, quiero contárselo a todo el mundo y lo publicaré en Facebook. Jijijiji, me entrego feliz y completamente al amor incondicional".
* Qué ridiculez más grande. ¿Cómo se me pudo ocurrir eso?

* El amor nunca será incondicional, ¿lo sabe?
* "Nadie quiere que lo quieran 'un poquito nada más'", leí por ahí, hace algo más de un año, de un estudiante sansano.
* Esa frase tocó lo más profundo de mi corazoncito triste, y se quedó grabada en mi cabeza.



* Tengo muchísimas ganas de tener sexo. Tal vez sea por el último sueño que tuve.
* Dos meses sin sexo se me hicieron (hacen) eternos.
* Qué terrible.

viernes, 20 de febrero de 2015

Falda de Tul

* Otra vez me puse a indagar.



* ...Mieerda.


* A mí, ¿cuándo?
* A ti, nunca.
* Ningún hombre va por la calle intentando conquistar a una señorita asiática de piel manchada, con sobrepeso, vestida de abuela.
**(Hace un par de meses, en la micro, vi a una señora de unos setenta u ochenta años con una misma falda que tengo yo. Mis gustos son tan anacrónicos)**


* No puedo separar la realidad de la ficción.
* No puedo separar nada de nada.

* Leo, y leo, y todo me afecta.


* No encontré las imágenes rojas de fondo amarillo-crema, aún. Ojalá nunca las encuentre, por mi estabilidad.
* Ja, estabilidad...

Largo

* Creo que esta entrada será larga y onírica.

* No quería dormir sobre mi costado izquierdo, porque se me volvió a infectar la perforación de la oreja (sí, otra vez, cuando todo iba tan bien, rayos), pero tampoco quería hacerlo sobre mi costado derecho, porque me salió un pequeño absceso en el muslo (no lo compare con esos que aparecen en la parte bizarra y morbosa de YouTube, ah. Lo mío es minúsculo, casi un granito, pero no deja de doler), cerca de la cadera. Todo un dilema.
* Y como nunca he podido dormir boca arriba (dos tercios de los lectores de este blog, que me han visto dormir lo saben, jaja), no podía dejar de dar vueltas una y otra vez en la cama.


* Tuve un sueño largo...
* El sueño resumido ocupó casi una página completa de mi borrador, tamaño de letra "normal" mío. Para que se dé cuenta de cuán extenso será.
**(Risas)**
* Lo dividí en tres "capítulos" (como si fuera una película de Lars Von Trier, jaja).

* "Largo", qué oportuna palabra para lo que leerá:


* Capítulo uno: "El Compañero".
**(Pondría su nombre, o su inicial, pero sería muy evidente, y su imagen podría resultar perjudicada)**

* Estaba con un compañero gay, de la universidad.
**(Aclaro que no somos amigos, sólo compañeros conocidos)**
* No sé por qué acabamos conversando de asuntos sexuales.
* Le digo que tal vez podríamos tener sexo casual, nada sentimental.
* No sé cómo tuve la personalidad para proponerle eso. Nunca me atrevería a sugerir algo así (bueno, tal vez, en ciertas circunstancias muy específicas, podría ser), y menos a alguien que sé, no es compatible sexualmente conmigo.
**(¿Es muy obvio lo que escribo?)**
* Él me decía que no.
* Y yo insistía, coqueteándole: "¿Primera y última vez?"
**(Jamás he sabido coquetear... Pero en sueños todo se puede, jajaja)**
* Él accede.

* Estamos en la habitación de un motel. Él pagó la pieza.
* Lo besaba (nos besábamos), y era una sensación hermosísima, y excitante, por cierto.
**(Ay, hace tanto tiempo que no siento eso. Triste, muy triste)**
* Demasiada piel descubierta para tocar.
* Me acaricia el rostro, el cuello, la espalda (mi punto débil, jaja), la cintura, las caderas, las piernas. Oh, cielos... Y siento que me empiezo a mojar muy notoriamente (en el sueño, digo).
* Le devuelvo los roces, como agradeciéndole, siempre con besos presentes. Parto desde la nuca, el cuello, los hombros, el pecho, las costillas, el abdomen, y bajo un poquito más. Toco, pero sin tocar directamente, ¿me entiende?...
* "Para", me dice.
* Siento su miembro erecto (no lo veo, pero lo siento). Mi compañero no daba más, ¿estaba a punto de eyacular? ¿Tan excitante era? ¿Tan buena soy con mis manos?

* Nos disponemos a follar.
* Se coloca un condón texturado. Ultra-texturado más bien, como esas fundas cactus que casi llegan a ser molestas, ¿las ha probado, estimado(a) lector(a)?
**(Risotada)**
* Pero no fue molesto. Su pene era largo (extremadamente largo), delgado y muy puntiagudo.
**(Siento que no debería dar tantos detalles del sueño, jaja)**
* Primero, la posición del misionero, y luego en cuatro (nunca me ha gustado llamarlo "a lo perrito", me desagrada esa expresión), pero no siento mucho placer. Faltaba algo, ¿afinidad sexual (obviamente) y sadomasoquismo?

* La felación: Su miembro, con la funda incluida, atraviesa mi garganta, llega hasta mi esófago, y completo el resto con la ayuda de mis manos (sí, así de largo, imagínese).
* Así unas tres o cuatro veces. Creo que le gustó eso.
**(Risitas de orgullo)**
* Luego, no sé cómo, le hice una "paja rusa". ¡Una rusa! ¿Puede creer lo absurdo de esta escena?
* En ese momento, pensé en su ex-novia, que era mucho más tetona que yo (al menos en el sueño lo era. No sé si lo será en la realidad), y me sentí ridícula. ¿Qué sentido tenía hacerle una rusa con tan poco donde agarrar?

* Yo, mirando fijamente la punta de su pene - Qué largo. ¿Cuánto mide?
* Él, sonriendo avergonzado - Más de un metro.
**(Risotada)**
**(Esto definitivamente es un sueño, jaja)**
* Levanté las cejas, como señal de sorpresa.


* Capítulo dos: "Motel".

* Tocan la puerta: "¡Oigan, los flojitos, llegaron a las 15:15, 15:20!"
* Sí, así nos trataron.
* Eran como las 20:00. ¿Por cuántas horas era la habitación? Por un momento pensé que era por seis horas.
* Mi compañero desaparece.
* La puerta del cuarto se abre, y yo aún estoy en ropa interior. No me había alcanzado a duchar después de ese maratón de sexo.
* La gente me persigue y me gritonea, mientras yo intento vestirme.

* Busco uno de mis accesorios, o más bien, un complemento, en el armario de la habitación; tal vez mi reloj.
* ¡Paf! La gente me encierra dentro del ropero. ¿Será una venganza por haberme demorado?
* No está obscuro, hay muchas ranuras por donde pasa la luz natural. No siento miedo, sino ira.
* Una anciana es la encargada de trabar el pestillo de la puerta del armario, pero logro mover el cerrojo a través de la rendija entre las puertas, con la ayuda de un cinturón de cuero que se encontraba colgado ahí.
**(¿Se entiende la escena?)**
* Abro bruscamente las puertas. Quedo por unos segundos frente a frente con aquella anciana.
* Ella tiembla de miedo y escapa de mí, mientras yo la persigo (aunque no quiero hacerlo en el fondo).
* La anciana se refugia en un pasillo completamente obscuro, entre medio de basura, muy parecido a las escaleras de emergencia del edificio en donde vivía en Hong Kong. No tengo ganas de ir a buscarla.
* "¡Te voy a matar!", la amenacé a lo lejos, mientras me iba por fin del motel.
**(No, estimado lector, es imposible que yo me enoje así en la vida real)**

* Ahora toda la gente me ignora. ¿Era la familia del innombrable?
**(¿Qué?)**
* Paso por al lado de la dueña del motel, una señora rubia, de cabellos ondulados, de unos 60 años... ¿Era la madre de mi ex?
**(¿Qué? ¿Esto es coincidencia? Jajaja)**
* La señora no me mira. Después de querer retenerme, ahora hace como si yo no existiera...
* Bueno, me da igual.
* Me voy.


* Capítulo tres: "Calle".

* Salgo del motel.
* Siento algo de frío, y me lamento por no llevar un suéter, o algo con qué abrigarme.
* El aire está húmedo. Está nublado.
* Era casi Hong Kong tras la lluvia... ¿Y si lo era?
* El pavimento se encontraba muy roto, como si hubiera sido víctima de un desastre natural. Las grietas en el suelo formaban grandes charcos de agua.

* Ahora, estimado lector, para no hacer esto tan aburrido, le propongo un ejercicio de imaginación:
Esquina de King's Road y Pan Hoi Street, Hong Kong. Fuente: Google Street View.
* Imagine el paisaje de la fotografía sin gente, sin carteles, sin señaléticas, sin toldos, sin esos edificios "modernos" del fondo.
* Sólo los edificios grises (beige) a los lados, el pavimento roto cuesta arriba, y mucho más nublado.
* Sé que es difícil imaginarse algo tan apocalíptico, pero haga el intento.
* Así de desolador era mi sueño.
**(Sí, estimado lector, yo viví en uno de esos edificios viejos de la foto)**

* Veo a lo lejos un recolector de basura, arrastrando una gran cesta de mimbre, de esos que se usan en China, redondos, de casi un metro de diámetro, con papeles o latas.
* Pienso en el "Caballero" en el sur. En su sur.
* ¿Estará cortando leña? ¿O estará levantando cercos de troncos y alambre de púas?

* Pienso en que no le pude pagar la mitad de la cuenta del motel a mi compañero.
* Lamento también, que él no se haya ido.
**(Sabe a lo que me refiero, jaja)**


**(Fin del sueño)**



* Le dije a mi hermana: "Tuve un sueño muy raro".
* Y ella me respondió: "¿Con quién te acostaste ahora?"

* Jajajaja, ¿tan evidente soy?
**(Risas)**