viernes, 20 de febrero de 2015

Largo

* Creo que esta entrada será larga y onírica.

* No quería dormir sobre mi costado izquierdo, porque se me volvió a infectar la perforación de la oreja (sí, otra vez, cuando todo iba tan bien, rayos), pero tampoco quería hacerlo sobre mi costado derecho, porque me salió un pequeño absceso en el muslo (no lo compare con esos que aparecen en la parte bizarra y morbosa de YouTube, ah. Lo mío es minúsculo, casi un granito, pero no deja de doler), cerca de la cadera. Todo un dilema.
* Y como nunca he podido dormir boca arriba (dos tercios de los lectores de este blog, que me han visto dormir lo saben, jaja), no podía dejar de dar vueltas una y otra vez en la cama.


* Tuve un sueño largo...
* El sueño resumido ocupó casi una página completa de mi borrador, tamaño de letra "normal" mío. Para que se dé cuenta de cuán extenso será.
**(Risas)**
* Lo dividí en tres "capítulos" (como si fuera una película de Lars Von Trier, jaja).

* "Largo", qué oportuna palabra para lo que leerá:


* Capítulo uno: "El Compañero".
**(Pondría su nombre, o su inicial, pero sería muy evidente, y su imagen podría resultar perjudicada)**

* Estaba con un compañero gay, de la universidad.
**(Aclaro que no somos amigos, sólo compañeros conocidos)**
* No sé por qué acabamos conversando de asuntos sexuales.
* Le digo que tal vez podríamos tener sexo casual, nada sentimental.
* No sé cómo tuve la personalidad para proponerle eso. Nunca me atrevería a sugerir algo así (bueno, tal vez, en ciertas circunstancias muy específicas, podría ser), y menos a alguien que sé, no es compatible sexualmente conmigo.
**(¿Es muy obvio lo que escribo?)**
* Él me decía que no.
* Y yo insistía, coqueteándole: "¿Primera y última vez?"
**(Jamás he sabido coquetear... Pero en sueños todo se puede, jajaja)**
* Él accede.

* Estamos en la habitación de un motel. Él pagó la pieza.
* Lo besaba (nos besábamos), y era una sensación hermosísima, y excitante, por cierto.
**(Ay, hace tanto tiempo que no siento eso. Triste, muy triste)**
* Demasiada piel descubierta para tocar.
* Me acaricia el rostro, el cuello, la espalda (mi punto débil, jaja), la cintura, las caderas, las piernas. Oh, cielos... Y siento que me empiezo a mojar muy notoriamente (en el sueño, digo).
* Le devuelvo los roces, como agradeciéndole, siempre con besos presentes. Parto desde la nuca, el cuello, los hombros, el pecho, las costillas, el abdomen, y bajo un poquito más. Toco, pero sin tocar directamente, ¿me entiende?...
* "Para", me dice.
* Siento su miembro erecto (no lo veo, pero lo siento). Mi compañero no daba más, ¿estaba a punto de eyacular? ¿Tan excitante era? ¿Tan buena soy con mis manos?

* Nos disponemos a follar.
* Se coloca un condón texturado. Ultra-texturado más bien, como esas fundas cactus que casi llegan a ser molestas, ¿las ha probado, estimado(a) lector(a)?
**(Risotada)**
* Pero no fue molesto. Su pene era largo (extremadamente largo), delgado y muy puntiagudo.
**(Siento que no debería dar tantos detalles del sueño, jaja)**
* Primero, la posición del misionero, y luego en cuatro (nunca me ha gustado llamarlo "a lo perrito", me desagrada esa expresión), pero no siento mucho placer. Faltaba algo, ¿afinidad sexual (obviamente) y sadomasoquismo?

* La felación: Su miembro, con la funda incluida, atraviesa mi garganta, llega hasta mi esófago, y completo el resto con la ayuda de mis manos (sí, así de largo, imagínese).
* Así unas tres o cuatro veces. Creo que le gustó eso.
**(Risitas de orgullo)**
* Luego, no sé cómo, le hice una "paja rusa". ¡Una rusa! ¿Puede creer lo absurdo de esta escena?
* En ese momento, pensé en su ex-novia, que era mucho más tetona que yo (al menos en el sueño lo era. No sé si lo será en la realidad), y me sentí ridícula. ¿Qué sentido tenía hacerle una rusa con tan poco donde agarrar?

* Yo, mirando fijamente la punta de su pene - Qué largo. ¿Cuánto mide?
* Él, sonriendo avergonzado - Más de un metro.
**(Risotada)**
**(Esto definitivamente es un sueño, jaja)**
* Levanté las cejas, como señal de sorpresa.


* Capítulo dos: "Motel".

* Tocan la puerta: "¡Oigan, los flojitos, llegaron a las 15:15, 15:20!"
* Sí, así nos trataron.
* Eran como las 20:00. ¿Por cuántas horas era la habitación? Por un momento pensé que era por seis horas.
* Mi compañero desaparece.
* La puerta del cuarto se abre, y yo aún estoy en ropa interior. No me había alcanzado a duchar después de ese maratón de sexo.
* La gente me persigue y me gritonea, mientras yo intento vestirme.

* Busco uno de mis accesorios, o más bien, un complemento, en el armario de la habitación; tal vez mi reloj.
* ¡Paf! La gente me encierra dentro del ropero. ¿Será una venganza por haberme demorado?
* No está obscuro, hay muchas ranuras por donde pasa la luz natural. No siento miedo, sino ira.
* Una anciana es la encargada de trabar el pestillo de la puerta del armario, pero logro mover el cerrojo a través de la rendija entre las puertas, con la ayuda de un cinturón de cuero que se encontraba colgado ahí.
**(¿Se entiende la escena?)**
* Abro bruscamente las puertas. Quedo por unos segundos frente a frente con aquella anciana.
* Ella tiembla de miedo y escapa de mí, mientras yo la persigo (aunque no quiero hacerlo en el fondo).
* La anciana se refugia en un pasillo completamente obscuro, entre medio de basura, muy parecido a las escaleras de emergencia del edificio en donde vivía en Hong Kong. No tengo ganas de ir a buscarla.
* "¡Te voy a matar!", la amenacé a lo lejos, mientras me iba por fin del motel.
**(No, estimado lector, es imposible que yo me enoje así en la vida real)**

* Ahora toda la gente me ignora. ¿Era la familia del innombrable?
**(¿Qué?)**
* Paso por al lado de la dueña del motel, una señora rubia, de cabellos ondulados, de unos 60 años... ¿Era la madre de mi ex?
**(¿Qué? ¿Esto es coincidencia? Jajaja)**
* La señora no me mira. Después de querer retenerme, ahora hace como si yo no existiera...
* Bueno, me da igual.
* Me voy.


* Capítulo tres: "Calle".

* Salgo del motel.
* Siento algo de frío, y me lamento por no llevar un suéter, o algo con qué abrigarme.
* El aire está húmedo. Está nublado.
* Era casi Hong Kong tras la lluvia... ¿Y si lo era?
* El pavimento se encontraba muy roto, como si hubiera sido víctima de un desastre natural. Las grietas en el suelo formaban grandes charcos de agua.

* Ahora, estimado lector, para no hacer esto tan aburrido, le propongo un ejercicio de imaginación:
Esquina de King's Road y Pan Hoi Street, Hong Kong. Fuente: Google Street View.
* Imagine el paisaje de la fotografía sin gente, sin carteles, sin señaléticas, sin toldos, sin esos edificios "modernos" del fondo.
* Sólo los edificios grises (beige) a los lados, el pavimento roto cuesta arriba, y mucho más nublado.
* Sé que es difícil imaginarse algo tan apocalíptico, pero haga el intento.
* Así de desolador era mi sueño.
**(Sí, estimado lector, yo viví en uno de esos edificios viejos de la foto)**

* Veo a lo lejos un recolector de basura, arrastrando una gran cesta de mimbre, de esos que se usan en China, redondos, de casi un metro de diámetro, con papeles o latas.
* Pienso en el "Caballero" en el sur. En su sur.
* ¿Estará cortando leña? ¿O estará levantando cercos de troncos y alambre de púas?

* Pienso en que no le pude pagar la mitad de la cuenta del motel a mi compañero.
* Lamento también, que él no se haya ido.
**(Sabe a lo que me refiero, jaja)**


**(Fin del sueño)**



* Le dije a mi hermana: "Tuve un sueño muy raro".
* Y ella me respondió: "¿Con quién te acostaste ahora?"

* Jajajaja, ¿tan evidente soy?
**(Risas)**

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