lunes, 23 de febrero de 2015

Entre Cadáveres

* Volví a soñar con sexo ayer, domingo 22 de febrero de 2015.
* Quizás fue porque me puse a leer un cuento hasta la madrugada, justo antes de dormir.
**(Lo terminé ayer por la tarde. Fue bueno, alucinante como siempre. Aplausos)**

* Así que, me pregunto si hoy también soñaré con cosas parecidas.



* Estaba en una sala de la universidad. Era usada como morgue; habían cadáveres bastante descompuestos amontonados en el suelo.
* Al parecer habían muerto por alguna peste, esas que de vez en cuando se ponen de moda por el mundo.
* La mayoría de los restos eran de mujeres.
* A algunas les faltaban brazos y piernas, casi ninguna tenía ya piel; eran huesos con algunos órganos internos pegados a restos de músculos y grasa.
**(Supondrá que no era un olor muy agradable)**

* Yo, casi sin ropa, sentada sobre una mesa. Al parecer estaba condenada a morir por contagio o insalubridad.
* Habían otros prisioneros (tal vez compañeros de la universidad), también casi desnudos, algunos sentados, otros de pie. Conversaban entre ellos.
* Yo, como sabrá, estimado lector, estaba sola y no conversaba con nadie.
* Estaba sentada a la izquierda de un tipo callado.

* También habían guardias, quienes manipulaban los cadáveres; estaban vestidos sólo con botas, guantes y delantales de PVC negro, de esos que se usan en los mataderos de animales. Llevaban mascarillas quirúrgicas (mínimo de protección, ¿no?).
* Los gendarmes eran todos hombres, al parecer compañeros también de la casa de estudios.

* El ambiente era denso.
* Los guardias nos torturaban mentalmente. Sentíamos (o al menos, yo sentía) un asco tremendo mezclado con miedo. Más asco que miedo.
* Uno de los guardias empezó a apilar cuerpos sobre la mesa, como por diversión sádica, disfrutando de nuestras reacciones de repulsión, justo al lado derecho del tipo callado; es decir, a un metro de mí.
* El chico callado al fin se quejó, obviamente, pues los restos (llámese sangre, agua, materia fecal, mucosidades, etc) de los cadáveres descompuestos, al ser apilados y tirados con fuerza, saltaban y caían sobre su piel.
* Y yo, al ver esa escena, no pude evitar poner una cara de náuseas.
* El mismo guardia notó mi angustia... Oh, diablos, va a hacer algo conmigo.

* El tipo enmascarado resultó ser un compañero de la FAU (no logré recordar quién era, pero esta vez era heterosexual, jaja).
* Tomó -o más bien, abrazó- un montón de restos descompuestos, cajas torácicas con costillas rotas y colgantes, unidos a vísceras también colgantes, y se acercó a mí casi pegando los cadáveres a mi cara.
* Cielos, qué asco más grande.
* Y ahí nace la ninfómana en mí.
* Extiendo mis manos hacia adelante, y traspaso esos huesos suspendidos, hasta llegar a su delantal negro.
* Levanto su delantal de plástico, y empiezo a manosearle sus partes.
* Lo masturbo como una loca. ¿Por qué lo hacía? Ni idea...

* Al cabo de dos minutos, mi compañero se había quitado la mascarilla y había abandonado el puñado de cadáveres, para intentar acercar mi cabeza a su miembro.
* Acabó en mi boca (sí, a los dos minutos. Soy irresistible, jajaja).
* Su mano enguantada de negro acarició mi nuca casi con cariño. Estaba exhausto, transpirado, con la respiración agitada.
* Mantuve su semen en mi boca por unos instantes antes de tragármelo. Sabía neutral (comprende eso, ¿cierto?), no era para nada amargo, ni muy salado. Tenía buena alimentación el tipo, eh.
**(Risas)**
* Me sentía la reina de las felatrices.
* Miré a mi compañero-enemigo directo a los ojos y le esbocé una sonrisita de satisfacción.


**(Fin del sueño)**



* Sabe, estimadísimo y fiel lector, que no suelo tener sueños de ningún tipo. Por eso, cuando sueño (especialmente con estas cosas violentas, medio fuertes, y por sobre todo sexuales) lo comparto acá, como si fueran una novedad.
**(Risas)**
* Ojalá no le aburran.

**(Y aclaro que no soy una "irresistible" ni me siento tal)**

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