* Ay, estimado lector...
* No me pregunte cómo me fue.
* Inmediatamente después del examen, y sin saber la nota aún, me fui al baño a llorar.
* Nunca, pero es que le prometo que nunca, había llorado tanto por algo académico.
* Es terrible.
* La gente preguntaba: "¿Y cómo te fue?"
* Yo les respondía "no muy bien", o "mal, muy mal".
* Y se me ponían los ojos llorosos, y no quería llorar.
* Pero lloré igual.
* En el baño, en público frente a algunos compañeros, en el paradero del bus, en casa.
* Cada vez que me acuerdo.
* No supe defender mi proyecto.
* No me supe defender.
* Soy una débil.
* Lo único que me consuela un poco, es que no fui la única que se puso a llorar después de la evaluación.
* Pero no, no me consuela en absoluto...
* Cada vez que veía llorar a esa compañera, se me humedecían los ojos.
* Decía (y sigo diciendo): "Por favor, no más. No quiero llorar, no quiero llorar". Y no. Es inevitable.
* Inconsolable.
* No merezco esto.
* Nadie lo merece (por muchas fallas que tenga su proyecto).
* Y es curioso, porque anoche me sentía en paz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario