sábado, 3 de diciembre de 2016

Lamento, otra vez

* Deseé que estuviera ahí para consolarme. Sigo mirando un punto fijo cuando salgo de la universidad, como si encontrara a esa persona esperándome.
* Sólo yo soy la que espera.
* Hice de él un refugio.
* Siempre veo refugios donde no los hay.

* Sentí una tristeza enorme y unas ganas terribles de llorar en el bus, y así lo hice.
* Se supone que debo ser fuerte. No debo andar llorando, y menos 14 horas diarias como hace algunas semanas.
* Es inevitable.

* Debo tener paciencia.
* ¿Y para qué? ¿Para que algún día me consuele? ¿Para esperar a que algún día él cambie de opinión y quiera volver a verme?
* Eso no va a pasar.

* Me angustio más.
* La pena se multiplica por mil.


* Yo quiero estar contigo, es lo único que quiero.
* Necesito estar contigo.
* ¿Por qué no me quieres? ¿Por qué te importo tan poco?

* Él no comprende, o le importa un carajo mi dependencia emocional y física.
* Necesito sólo un abrazo y un par de palabras.
* Sólo un miserable abrazo.

* Imagino que apoyo mi cabeza en su pecho y lo observo de cerca.
* Las ganas de llorar son tremendas.
* De verdad no quería que esto pasara.

* ¿Hasta cuándo podré estar en este estado antes de explotar otra vez?
* ¿Hasta cuándo fingiré que todo está bien? ¿Hasta cuándo durará esta esperanza?
* ¿Por qué le sigo escribiendo y enviando besos y abrazos, si sé que no me va a corresponder?
* Enamoramiento unilateral de mierda.
* Corazón de mierda.
* Dependencia de mierda.


* Me enojo conmigo misma. ¿Por qué tengo que ser así?
* En momentos como estos dan ganas de automutilarme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario