* Esto se está volviendo muy tonto y raro.
* En un momento me sentí feliz. Incluso, cuando lo vi subir entre la gente, hasta me brillaron los ojos y sentí mariposas en el estómago.
* Pero luego, la misma inseguridad masoquista de siempre.
* Bajé del autobús con una sonrisa tonta. A los pocos pasos, puse mi mano derecha sobre mi cabeza, como diciéndome: "¿Qué diablos estás haciendo? ¿En qué te has metido?"
* Me sentí muy tonta (muy, pero MUY, estimado lector). Me había ilusionado en sólo un par de segundos con un par de palabras.
**(Bueno, todos saben que soy fácil de ilusionar)**
* Era demasiado bueno (y cruel) para ser verdad.
* Quién soy yo ante lo incomparable.
* Preguntarle más, o decirle cualquier cosa habría sido arruinar más el momento.
* Me vi obligada a decir(le) algo que no quería decir(le) por nada del mundo, porque yo me lo había prometido a mí misma.
* Pero como las promesas que me hago no son tan importantes...
* Seguramente soné ridícula.
* Perdí.
* Admití mi derrota entre risas nerviosas y tristes.
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