sábado, 11 de julio de 2015

Refugio

* No sé por dónde empezar.

* Soñé con que me llegaba un mensaje de esa persona.

* Decía cosas como: "Tú no me conoces, sólo te gusto por la idea que tienes de mí", algo muy parecido, casi igual, a lo que ocurrió esa funesta tarde de sábado 1 de septiembre de 2007.
* Casi me ponía a llorar cuando desperté.

* No quise encender la computadora. Tenía miedo.

* No sabe cuánto miedo tengo, estimado lector.



* Supe que ayer fue el día del Bibliotecario...


* Cuando la Bibliotecaria leyó el cuento de "Labios de Cera" (el de la entrada pasada), entendió mi frustración.

**(El cuento estaba editado, impreso, encuadernado, y hasta con ilustraciones, para todo el público que pasara por el vestíbulo del colegio)**
-Ay, Janis, ahora entiendo...- me dijo -. Para la próxima haremos algo.
* Lástima que nunca hubo una próxima.

* ¿Estará bien escribir de ella? Es tan importante, tan especial, que no me atrevo a escribir de ella. ¿Ha sentido algo parecido por alguien, estimado lector?
* En fin...

* Era especial, era una incomprendida.
* La secretaria del colegio decía que ella (la Bibliotecaria) era una perra (así, tal cual), que le coqueteaba a los apoderados y a los profesores.
* Ahora que lo pienso, es posible que ella haya podido cumplir mi fantasía sexual de tener sexo en una biblioteca, su biblioteca.
**(Risas)**
* Las malas lenguas decían que ella había sido abandonada en el altar dos veces. Tal vez por eso nunca se casó. No le quise preguntar, no me atreví.
* Ella sabía que la gente se burlaba a sus espaldas. Sólo los ignoraba.
* Tampoco me atreví a preguntarle, cuando todo el mundo comentaba que ella estaba embarazada. Sólo lo hice cuando fue muy notorio (tenía como 7 meses ya).

-Miss... ¿Está embarazada?
-¡Pff! A la hora que te das cuenta, Janis- me respondió. Yo sólo le sonreí.

* A los 41 años, ella tuvo a su hijo. Estaba feliz.
* Después me enteré de que el padre de ese niño era un ex-profesor del colegio, que era (es) casado. Pero no importaba. Era ella y su hijo.
* Gustaba de las situaciones tentadoras, de los vampiros, de los inciensos para atraer el amor, de los romances y fantasías eróticas, de las ramitas de lavanda en su automóvil... Y de ganar en los concursos literarios.
* Era una devoradora de libros, por supuesto, si sabía de memoria todo lo que había en ese refugio.

* Ahora debe estar en alguna parte, en otra biblioteca, alimentando los sueños de otros adolescentes.
* No sé si la vuelva a ver algún día.
* Desde aquí, mi pequeño homenaje.



* Hace un par de días estuve en un foro acerca de feminismo en la universidad.
* No me pondré a detallar. No soy buena explicando todas esas teorías feministas anti-patriarcales.
* El asunto es que uno de los panelistas mencionó algo de los colegios de damas y colegios de varones, y que las personas al salir de ellos, no sabían cómo relacionarse con alguien del sexo opuesto, puesto que toda su vida había estado condicionada a algo fìsico de su mismo sexo: Las niñas estaban con niñas, y conversaban de cosas de niñas (ropa, cabello, menstruación, toallas higiénicas, tampones, copas menstruales). Los niños con niños, y conversaban de cosas de niños (¿de qué conversan ellos? Jajaja).
* Dijo algo que me quedó dando vueltas en la cabeza: "Ellos al salir, se produce un quiebre, y no tienen idea de cómo colocarse frente al otro cuerpo".
* Pensé en mí (¿y cuándo no?).
* Es como si mi cabeza-corazón hubiera estado en un colegio de niñas, y por eso no supiera entablar amistad con hombres.

* Al salir del auditorio, una compañera (casi amiga) me preguntó cómo estaba.
* Yo le respondí: "Bien... Tan bien que me da miedo".
* Ella me dijo: "Oh, comprendo (...). Todo va a pasar".


* Todo va a pasar.
* No sé por qué me ilusiono. No debería, no debo.
* Todo va a pasar.

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