* Cuando me pongo a leer lo que escribe (o escribió) esa persona, a veces -sobre todo últimamente- pongo mi mano sobre la pantalla, y acaricio esas letras llenas de amor con la yema de mis dedos, como si les hiciera cariño.
* Tal vez usted piense que lo que hago es tonto, o que estoy loca. Si yo fuera otra persona, también me preocuparía por esta conducta.
* Lo que sí tengo claro, es que esas palabras no están dirigidas a mí.
* Cuando hago eso, me recuerdo a Robin Sena, la protagonista de la serie de anime "Witch Hunter Robin".
* Básicamente, es el mismo tema que siempre me atrae, o con el que me siento identificada: Robin estaba atrapada en un enamoramiento imposible...
* El chico que le gustaba, llamado Amon, tenía 10 años más que ella, y además, salía con la hija del jefe de la empresa en donde trabajaban. Pero como si eso fuera poco, la empresa esa estaba dedicada a cazar brujos (de eso se trata básicamente el anime), y en medio de la serie, se descubre que Robin era una bruja (con capacidades piroquinéticas), por lo que se le ordena a Amon exterminarla.
Fotograma de Robin, abrazada a la imagen de Amon en la pantalla de televisión. |
* Me gustaría que existiera un manga de "Witch Hunter Robin". Seguramente lo leería.
* Aquí, un vídeo que muestra la manera en que Robin se aferraba a lo intocable:
**(En realidad, la secuencia que me interesa dura sólo 25 segundos: Desde 0:20 hasta 0:45)**
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