miércoles, 23 de septiembre de 2015

Hacha

* Eso sonó como una declaración de amor.
* ¿Y no que nunca te ibas a declarar? Lo prometiste como a los diez años (¿o fue a los nueve?).
**(¿Y desde cuándo cumplo lo que me prometo?)**

* De verdad sonó como una declaración de amor.
* Y solamente yo estoy hablando de amor acá.
* Qué mal...

* Esto es como un amor incondicional.
* Locura, devoción, dependencia, sumisión, ingenuidad, fragilidad, vulnerabilidad, o lo que sea.
* Pero usted sabe, estimado lector, por lo que ha leído acá, que yo no creo en los amores incondicionales.
* "Nadie quiere que lo quieran 'un poquito nada más'".


* Sólo estoy siendo una idiota masoquista que se deja llevar por unas fantasías románticas que nunca, pero es que nunca, se van a hacer realidad.
* Siento que he estado escribiendo de más.
* Bulimia verbal sin parar.


* Tú eres la que va a salir dañada de esto. Y estás consciente de ello, siempre lo has sabido.
* Esto no va a terminar bien.

* Cada vez que me llega una misiva suya -¡benditas sean sus misivas! Alabadas son sus letras, cada una de sus palabras- se me acelera el pulso, y cuando leo, aparece un llanto incontenible.



* Que alguien venga y me ampute las manos con una hacha.
* Prometo que no sentiré ningún dolor.
* O no; mejor, que me corte la cabeza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario