jueves, 19 de febrero de 2015

Hache, de Cállate

* Volví a soñar con esos mensajes de complicidad, esta vez en Facebook.
* Qué mal, qué mal.
* Tranquila, no debería afectarte.
* Calma, paciencia, que todo esto pasará.

* No se preocupe, estoy tocando tierra... Creo.
* ¡Ja! Qué mentira.

* Hubo algo particular de este intercambio de mensajes; iban acompañados de imágenes rojas y amarillas, como de diseños chinos (muy similares a éstos, pero con un fondo amarillo-crema). ¿Será coincidencia por el Año Nuevo?
* Ahora, los comentarios se asociaron a la letra "H".
* Qué curiosidad más grande...

* Pero no me pondré a buscar (al menos, no ahora). Si busco, seguramente encontraré algo que me hará llorar.
**(Risas de auto-consuelo)**
* Me estoy controlando.
* Dígame, estimado lector, que me controlo, que estoy haciendo mi mejor intento.

* En el fondo, estás desesperada por sacarte las vísceras, el corazón, el cerebro, los ojos.



* Las líneas están semi-colapsadas.

* A mi padre le dio por hablarnos a mí y a mi hermana en mandarín, pero se le escapan palabras en cantonés. Y su cantonés no es ese de Hong Kong o de Cantón (nunca lo ha sido); es cantonés con acento shanghainés.
* Es una cosa muy rara.

* A propósito de mandarín...
* Últimamente he estado escuchando una canción de Jacky Cheung. El título se podría traducir como "he esperado hasta que las flores se marchitaron" (y de forma implícita; sigo esperando).
* Todo un hit de los noventas en Hong Kong.
**(Al empezar la segunda estrofa se equivoca, pero se le perdona. Jajaja)**

* Habla de la espera eterna de algo que sabe nunca sucederá, de los amores unilaterales, y se cuestiona cosas como "cuando esté triste, ¿quién vendrá a consolarme? Cuando no te pueda olvidar, ¿vendrás a consentirme?".
* En fin, casi tan lastimero como este blog.


No hay comentarios:

Publicar un comentario