domingo, 16 de agosto de 2015

El Club

* ¿Cuándo será el día en que alguien (ojalá alguien más o menos cercano) se acerque a mí con una invitación?
* "¿Muramos juntos? Te invito. Conozco un acantilado afuera de la ciudad de Santiago. Sé que has fantaseado con saltar a las vías del Metro, o desde la azotea de un edificio. Ya lo habrías hecho, si no fueran espectáculos públicos. O, hagamos una locura: Viajemos en tren, como siempre quisiste, hacia algún acantilado en el sur. O más loco aun, tomemos un avión y vayamos a otro país, y matémonos ahí, acompañados, no nos sentiremos solos. Todo ese dinero que has estado ahorrando para moteles, al fin lo podrás gastar en algo útil. Para asegurarnos, compremos un revólver, uno bonito, uno que nos guste a los dos."
* Hummh... Hay algo que no funciona acá, estimado lector (porque imagino que esa persona que me va a invitar, lee las bobadas que escribo). Nuestras familias gastarán mucho dinero en buscar nuestros cuerpos en el mar. Y la idea de ser donante ya no sería posible. Oh, ¿qué hacemos entonces? ¿Sólo darnos un tiro dentro de la boca apuntando hacia arriba? Fome. Cero adrenalina.
* Ah, y otra cosa. Nunca he encontrado cajones (ataúdes) negros. He buscado, créame, y todos son cafés. Y yo quiero uno negro, sin curvas, y obviamente sin motivos religiosos. Bueno, eso mi hermana lo sabe, pero mi madre seguramente se fijaría en un cajón café y con detalles curvos.
* ¿Cómo son los servicios funerarios laicos? Nunca he ido a uno. Tengo que ver uno primero.

* Patética.


* Lo siento.
* Lo siento tanto.

* No sé qué me pasa. Tal vez desperté.


* Hace un par de años, se me ocurrió preguntarle al "Caballero":
-¿Has estado en la friendzone, ¿cierto?
-Sí...
-¿Y cómo se siente?
-Como las hueas.

* No lo había dimensionado hasta ahora.
* De verdad, no lo había dimensionado.


* Esta es una de esas madrugadas en las que sólo se puede llorar. No hay otra cosa que hacer.


* O tal vez sea efecto de la película "Jisatsu Circle" ("El Club del Suicidio"), la volví a ver anoche.
**(No es difícil encontrarla, ah)**
* La primera vez que la vi fue hace como diez años, y claro, no había sentido lo que sentí ahora.
* Ahora, con su permiso, iré a ver la secuela.


* Cuando leí que esa persona había decidido morir, de verdad temí que desapareciera.
* Pero no, afortunadamente no. Sigue ahí, y su presencia me dice que nunca estaré lo suficientemente cerca de él.
* Nunca seré suficiente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario