martes, 25 de agosto de 2015

Llanto en Hombro

* Ayer lloré en el hombro de mi amigo. Es la segunda vez que lo hago.
**(La primera vez fue hace en un poco más de cinco años, como sabe)**
* Personas así no deberían morir. Si fuera creyente, diría que tiene él un lugar asegurado en el cielo.
* Hasta me atrevería a decir que es el único lector de este miserable blog que logra escuchar y sentir mis gritos desesperados (especialmente el del día domingo).

* Estaba con mis compañeros de Taller en la sala, y él apareció de sorpresa por mi espalda; enseguida nos abrazamos, y se me humedecieron los ojos al instante, mi rostro empezó a temblar.
* Salimos al pasillo rápidamente.
**(Abandoné a mis compañeros sin decirles nada. Ellos no tenían idea de lo que ocurría, sólo vieron que yo estaba a punto de estallar en lágrimas. Escuché sus murmullos preguntándose qué me pasaba)**
* Afuera de la sala, nos abrazamos, y me puse a llorar.
* La gran bufanda que él llevaba silenció un poco mis quejidos y mis espasmos. Temí mancharla con mi brillo labial.
* Los estudiantes pasaban y nos veían.


* No estoy bien.

* Lloré con ganas.
* Mis anteojos también lloraron conmigo.
* El abrazo y el llanto duró más que la primera vez. Tal vez más angustiante, porque es un dolor por algo más "real", por un enamoramiento inviable, menos "infundado" que hace cinco años.
**(O tal vez sea igual de infundado, no lo sé)**
* Cambiamos de posición, aún abrazados, y logré bajar la mirada apoyando mi frente en su hombro. Seguí llorando, mientras él me abrazaba fuerte y me sobaba la espalda. "Qué bueno que usted mida menos de un metro ochenta o un metro setenta y cinco", pensé (porque los abrazos del ex casi siempre me aprisionaban el cuello y la cabeza, jaja).

* Cuando logré calmarme un poco y dejar de llorar, le conté del detonante, esa cuerda amarrada a mi tobillo que hizo me azotara a la tierra.
* No era necesario ese detalle. No era necesario ese paréntesis, me lamento mentalmente.
* Me consoló con sus palabras, como lo sabe hacer siempre.
* "Nadie es suficiente, ni ella, ni él, ni yo, ni usted, sólo Víktor, porque es producto de su imaginación."

* Me esperó a que terminara con mis deberes académicos, y salimos de la FAU juntos para conversar.
* Finalizando la jornada, me sugirió (por segunda vez) que me subiera al "bus de morfeo", o que le pidiera explicaciones a esa persona; que de alguna manera saliera de mis dudas.
* Su familia me perdonará por la visita no anunciada.
* Yo sólo reí.

* ¿Qué pretendes? ¿Qué quieres de mí? ¿Quién eres? ¿Por qué me haces esto?
* Si me hubieras agregado con alguno de tus perfiles de utilería, me habría puesto igual de feliz, y tendría un motivo menos por el cual ilusionarme.
**(¿Eso fue un reclamo? ¿Le estás reclamando? ¿De verdad?)**


* Tiene razón mi amigo, esa persona tiende a Víktor, y es preocupante.
* Víktor es una ilusión.



* Mi compañera de Taller insistía en preguntarme y saber por qué estaba así.
* Yo no le quiero contar, por supuesto. No me interesa que ella lo sepa, porque ella no lo comprendería. Nadie de esta época lo entendería.
* Nadie se incapacita por penas de amor. Nadie pasa el día llorando por eso, sólo yo.
* Cuando ella cuenta que "le rompieron el corazón", lo hace como si fuera una anécdota más. La gente de ahora se involucra en una relación sentimental sin saber si quieren a la otra persona (eso lo he podido comprobar por lo que conversan mis compañeros: "Estoy con él/ella, pero no sé si me gusta", lo he escuchado varias veces).
* Tengo la sensación de que nadie se enamora, y menos si ese enamoramiento es unilateral y no lleva a nada.
* Demasiada fragilidad. Demasiado romanticismo para estos tiempos.

* ¿Es de inmaduros enamorarse así, como adolescente, estimado y fiel lector?
* Tal vez me haga falta evolucionar, como la gente actual. Más actos y menos sentimientos.
**(Omita lo último. Ni yo me lo creo. No estoy de acuerdo)**



* "Me gustaría que las cosas fueran distintas para usted."
* Ay, cuánto me gustaría eso a mí también.


* Se me ocurre que me llegó ese detalle porque esa persona quiere que despierte, pero no tiene intenciones de herirme, y por lo tanto colocó ese detonante entre paréntesis, como una pequeña señal, una pista.
* Bueno... Hizo que despertara (un poco).
* Y cielos, cuánto duele despertar.

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