miércoles, 13 de mayo de 2015

Mangual Medieval en un Bosque de Pollença

* Acabo de despertar después de haber dormido veinticuatro horas.
**(¿Cómo es posible que duermas así en medio de la semana?)**

* Soñé con alguien incomparable...
* ¿Quién soy yo para soñar con esa persona?
* No puedo controlar mis sueños, espero lo entienda.

* Estaba en la caja de un supermercado, contextualizo: Santiago de Chile.
* Llevaba chocolates (creo), para las penas de amor eternas.
* De la caja de al lado, noto una voz que creo haber escuchado antes (no en vivo, eso sí).
* Volteo a mi derecha. Veo a una mujer con una blusa púrpura, escote en "V" y de manga corta, pantalones ajustados negros, tipo leggins, canzando sandalias. Cabello obscuro, largo y ondulado. Nariz con un pendiente brillante.
* No puede ser... Tengo tantas ganas de llorar ahí mismo. ¿Qué hacía aquí?
* Era igual a cómo la describía. Idéntica a las fotografías que había visto, no había cambiado nada. El mismo carisma.
* Un reencuentro, de seguro.
* Nunca podré ser como ella. Era (¿o es?) perfecta.
* Oh, qué bien le quedaba el color púrpura.
* Su carro de compras estaba lleno hasta el tope. ¿Preparaba una fiesta en casa, tal vez?
* Paga con algunos billetes de $20 000, y obtiene $10 000 de vuelto. Lo enrolla y lo guarda.
* "Hasta mañana", le dice a la cajera con una sonrisa, y se va con su carro lleno de bolsas. ¿Por cuánto tiempo estaría en esta ciudad?
* Tengo que seguirla, me digo. Necesito saber de su vida.
* Con esa cantidad de bolsas, era claro que andaba en auto. ¿Cómo la seguiría, entonces?
**(De mis amigos, soy la única que no sabe (ni quiere saber) manejar)**

* Llegamos a su hogar.
* Su casa parecía una combinación de estilos Tudor y Kulczewski (¿Kulczewski un estilo?).
* Aparecen imágenes:
* Yo indagando en su cocina, mientras ella guarda las compras bebiendo a la vez un vaso de licor, podría ser whisky.
* No parece notar mi presencia, y así es mejor.
* Lavo unos platos que ella había dejado en el fregadero, quizás a modo de disculpas; "disculpa por seguirte. Disculpa por estar aquí, espiándote. Disculpa por desear lo que es tuyo".
* Voy a la sala de estar, y me siento en una silla allí.
* Ella nota mi presencia. Rayos. Me agradece por haber lavado la loza. Me dice que nadie había hecho eso por ella.
* Me siento tan tonta estando ahí, frente a ella.

* De pronto, todo se vuelve caricatura, tipo animación de Pixar.
* Aparece su hermana (la hermana de la chica de púrpura). Se entera de que ella había traído a su amado, quien estaba esperándola en el segundo piso, en su habitación, mientras ella compraba en el supermercado.
* Su hermana se enoja y se convierte en una gigante (¿o un dragón? Jajaja).
* La hermana-gigante esconde a la mujer de escote púrpura, y luego se dispone a enfrentar al amado.
* ¿Por qué el amado no la había acompañado al supermercado? Ni idea. Si hubiera sido así, claramente me habría puesto a llorar en la caja y todos me habrían mirado. Pero tal vez, sólo tal vez, no los habría seguido hasta aquí.
* Subo las escaleras para advertirle al hombre.
* Él nota parte de mi presencia por un par de segundos. No alcanzo a decirle nada, y él ya se dio cuenta de lo que pasaba.
* La mujer-gigante, desde el primer piso, lanza una maza de cadena que atraviesa el segundo piso.
* El hombre debe pasar tres pruebas imposibles (¿como Psique para reencontrarse con Eros?), y buscar y rescatar a la mujer de escote púrpura para tener la aprobación de la hermana-gigante-dragón.
* Y yo, que soy una tonta masoquista, lo ayudo a tener un final feliz.
* Lo último que veo es la fachada de la casa Tudor-Kulczewski, en medio de un bosque, y yo sola afuera.

* Fin del sueño.


* Despierto, pienso en el sueño, y me pongo a llorar.
* ¿Sabrá de mi existencia? Ojalá que no.
* ¿Por qué debo soñar con estas cosas?
* ¿Por qué hasta en sueños soy tan patética?



* Un compañero de universidad compartió una canción por Facebook.
* Me siento plenamente identificada con la primera estrofa.
* Hace tiempo que no oía este tema (fuera de todo el significado que tiene como himno).

* "Puerto Pollensa", de Sandra Mihanovich y Marilina Ross.
♪ Y te miraba, y te esperaba... ♫
* Pues será una espera perpetua.


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