miércoles, 21 de octubre de 2015

21 Gramos Llenos

* Estaban acostados y medio abrazados en la cama.
* Cuando él le contó aquello, ella se enterneció. Casi nunca se conmovía con las personas.
* Tuvo ganas de emocionarse más aún, y de decirle con voz de niñita: "Qué tierno eres. Me encantas", entre muchas otras cosas.
* Sintió que su corazón se inflaba y se elevaba como un globo de helio.
* Su alma se llenaba y le sonreía (a él), como si él se hubiera metido en cada milímetro de su interior (¿milímetro cúbico? ¿Cómo se mide el alma?) y le hiciera cosquillas desde muy adentro.

* Y en cuanto a su cuerpo, ella quiso acercarse más a la piel de él, como unírsele mediante un pegamento extra-fuerte.
* Sintió que no sería capaz de separarse de él. En ese preciso momento, se volvió más dependiente de lo que siempre había sido.
* Sintió que sería insoportable estar lejos de él. Necesitó de su respiración cercana.
* Sintió que no estar con él sería como morir.

**(Por eso las despedidas resultan tan tristes)**



* Perdón por lo cursi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario