martes, 6 de octubre de 2015

Intensidad, Desesperación y en Desventaja

* Esto es demasiado intenso.
* Es la primera vez que me someten a tanta intensidad, de eso estoy segura.
* ¿"Someter" es la palabra? Creo que sí.
* Los recuerdos se hacen insoportablemente intensos.
* Lo siento en la espalda, en los hombros, en los dedos, en la nuca, en los muslos, en las mejillas, en todo lo que quisiera escribir.

* No sé si me pueda contener para la próxima vez.
* Me imagino diciéndole todo lo que está a punto de explotar en mi corazón, palabras que en realidad él ya sabe, o supone, besándolo desesperadamente y llorando a mares, y rogándole que no me deje, y suplicándole perdón por ser como soy y por haberme fijado en él.

* Es miedo e incertidumbre.
* Es un miedo gigante.


* Hoy cuando desperté, sentí que algo me molestaba en los ojos, los tenía pesados. Me costó abrirlos.
* Cuando me vi al espejo, noté una hinchazón terrible. Es la primera vez que me pasa esto tan notoriamente.
* Fue porque anoche (más bien, hoy en la mañana) me puse a llorar como loca en la cama, y me quedé dormida llorando.
* Ja, 24 horas... No soportas ni medio día sin desesperarte por pensar en lo que ocurrió.


* Bueno, ¿y qué diferencia habría, si él ya lo sabe todo?
* Claro que hay diferencia:
* Si lo molesto con mis sentimientos presencialmente, es obvio que no me responderá con las mismas palabras (recuerda que él nunca sentirá lo mismo por ti), lo que significaría sencillamente un recibimiento de calabazas. De ahí el miedo a no poder callarme.

* Estoy tan en desventaja, estimado lector. Tan en desventaja...

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