lunes, 26 de octubre de 2015

Hiperventilación

* Hace como seis horas que no puedo salir de este estado de masturbación mental.
* Son palabras, imágenes y sensaciones.

* El útero se me va a reventar de la excitación.
**(Disculpe por lo explícito, estimado lector)**
* Necesito contacto físico urgente.
* Si sigo así, me voy a poner a llorar de desesperación por falta de sexo.



* Mi amigo me había preguntado en una ocasión cómo lo había conocido:
-¿Cómo conoció a esa persona?
-Bueno, en segundo medio leí por primera vez uno de sus relatos. El título de ese relato se quedó clavado en mi memoria. Luego, el año pasado (ocho años después), busqué el cuento en internet para leerlo otra vez; me encontré con su blog, y le dejé un comentario que terminó en: "Gracias por las letras, y muchas gracias por tratar de entendernos".
-Woow, qué coqueta... ¿Pero ve, señorita Li? Usted dice que nunca ha sabido coquetear, pero esa es precisamente su forma de hacerlo.
-Jaja, no, ¿usted cree?


* No, no debo creer.



* ¿Entiende esta sensación de la respiración agitada, o de suspiros, de una masoquista esperando ser azotada?
* Yo no sabía lo que era esto hasta hace un mes. Y ahora ando sintiendo esto casi todos los días.
* Son unas ganas casi insoportables, tan insoportables que me dan ganas de arrancarme la piel y cortarme el clítoris. 
**(Bueno, lo último no, pero se entiende la idea)**

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