* ¡Ey, tú!
* Sí, tú, la que vomita palabras.
* ¿Qué estás haciendo?
* Deja de aburrirlo. Deja de hablarle de tus sentimentalismos.
* No debes.
* Controla tu bulimia verbal, ahora.
* Siempre vueltas alto, tan alto, y escribes de las posteriores caídas.
* No tienes idea de cuán dolorosas serán.
* Disfruta, pero en silencio.
* Lo necesitas tanto, y es como una felicidad mezclada con angustia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario